capitulo 9

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Jungkook bebia su wisky mirando por la ventana, las nubes en lo alto de su yet privado.
Taehyung apareció con un carro del servicio para servir la comida.
- Sr. Traje su cena.- dijo y ubicó elegantemente los utensilios sobre la mesa de madera.
Jungkook no se movió.
Taehyung miro hacia la puerta de la habitación cerrada. Todavía se sentía incómodo el hecho de que Jungkook tuviera un niño secuestrado y lo usará como amante.
Miro el perfil del castaño que apenas se iluminaba con la pequeña luz del techo.
Hacia demasiado tiempo que se conocían, Taehyung se había mantenido fiel pese las dificultades y sus sentimientos...
- Ya está servido señor-
- Gracias Tae, puedes retirarte.- dijo volteando y dando una hermosa sonrisa que dejó al rubio dudando- Te llamaré si  necesitó algo.- concluyó levantándose y presionando el hombro del rubio antes de atravesar el pequeño espacio reservado para el en su avión y atravesar la puerta que lo llevaría a la habitación.
Taehyung salió como cohete del lugar su corazón latía cómo loco. Era un sentimiento de odio y dolor. El enojó lo golpeó como un huracán tocando tierra.
Por que? por qué? Jungkook no podía corresponderle.
Recordó la noche que afianzó sus sentimientos.
Hacia ya algunos años. Fue justo después de cerrar el importante trató con los rusos.
Tanto Tae como Jungkook estaban como locos. Excitados por la emoción y el vértigo de haber conseguido el trato que querían.
Después de beber la cuarts botella de Borbon ambos estaban ebrios y felices.
Jungkook comenzó a contar sobré su pasado, cosas que Taehyung sabía que en otro momento jamás hubiera sabido. El sufrimiento de una infancia difícil, la frialdad de la calle y los sacrificio por llegar a dónde estaba.
Taehyung lo escucho y supo que más que una atracción el estaba enamorado de ese Hombre fuerte y aguerrido.
Se analizo a sus labios y Jungkook lo correspondió.
Todavía podía sentir sus labios en sus sueños.
Fue la mejor noche de su vida.
Y los meses que siguieron también. El se había vuelto no solo su mano derecha, sino que también su amante.
El tiempo pasó el trabajo se volvió exigente y Jungkook comenzó a viajar. Se fueron distanciando de apoco hasta que un día ya no volvieron a acostarse.
Taehyung lo vio algo normal. Sabía lo ocupado y agotado que estaba Jungkook. El mismo no dormía lo suficiente y terminaba tan agotado después de cada viaje que resultó algo fácil de asimilar.
Los meses se conviertieron en años y un día  al regresar a la casa de Jungkook descubrió que tenía un amante. El hombre era bastante más jóven y afeminado. Taehyung enfureció y lo hecho de la casa. Al tiempo apareció otro o otro más y los amantes de Jungkook se volvieron algo normal. Pero no pasaban más que un par de encuentros.
Taehyung volvió a la tranquilidad y a la esperanza de que en algún momento Jungkook regresaría. Solo debía darle tiempo.
Pero ahora, el pequeño chico lo ponía nervioso. Lo hacía sentir se una mierda ante los ojos de Jungkook.  No era ciego sabía lo atractivo que era el chico. Lo que no entendia era porque Jungkook no se había desecho ya del chico.
Y lo peor era que estaba llevándolo con el. Eso sí era nuevo en Jungkook, el nunca hubiera arriesgado su seguridad por un cuchillo cualquiera.
El chico no era nadie. No debía preocuparse.
- Sr. Kim, llegaremos en menos de una hora.
Dijo uno de los hombres de seguridad.
Taehyung golpeó con todas sus fuerzas la pequeña mesa del bar provocando que el hombre se sobre saltará.
- Perfecto, avisa que esté lista la limosina.
El hombre asintió y se alejo.
Taehyung siguió repitiendo en su mente, mientras servía un vaso de Borbon... pronto se cansará de el, no tengo que preocuparme.

MALOS MODALESWhere stories live. Discover now