Capitulo 10

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Jungkook llevo un trozo más de fruta hacia ésos hermosos labios.
La fruta se deslizó en la boca dejando un rastro brilloso.
Se estiró hacia ellos y los lamió.
Jimin sonrió.
El, de un tiempo a esta parte, no sabía que pensar. Simplemente se sentía bien estar con Jungkook. Se sentía bien ser mimado por un hombre tan poderoso.
El no era un hombre docil pero estos últimos días era tan fácil dejarse llevar.
Se sentía como anestesiado.
La situación era tan irreal. Jungkook le había dicho que pronto aterrizarian en Italia. Nunca había viajado mucho más lejos que de buzan a Seúl y tampoco imagino que estaría viajando en un yet privado junto a un temible gánster y sus hombres de seguridad privada.
La noche anterior había sido una locura, si bien el alcohol ayudó bastante el no se imagino que una relación sexual anal sería tan satisfactoria...
Le sorprendió lo bien que se sintió ser penetrado y envestido por un hombre. El se sintió tan excitado que el solo hecho de recordarlo lo hacía querer repetirlo.
Jungkook tomo un trozo de fruta para si mismo mientras miraba sonriendo al Rubio que no se perdía detalle.
Jimin no aguanto y se abalanzó a sus labios el sentía la urgencia de besar. De ser tocado por esas grandes manos.
Jungkook lo recibió sin quejas y lo trajo hacia si, sentandolo en sus piernas.
Jimin tomo el bello rostro de mandíbula ancho entre sus manos y se aferró al beso.
Jungkook presionó con fuerza la cintura pequeña y desnuda de Jimin.
Los miembros se saludaron sobre la fina tela.
Las lenguas se entrelazaron.
- Toc, toc- Sonó la puerta- llegamos en 15m Sr. Debe asegurarse por favor.
Dijo el hombre del otro lado.
Jungkook cortó el beso de mala gana.
Y llevo a Jimin hacía el asiento lo aseguro con el cinturón, presionó fuerte haciendo raspar su piel desnuda.
Jimin lo miro sonreír antes de apretar sus mejillas y besarlo.
Se acomodo a su lado y se aseguró también.
El aterrizaje fue bastante movidos a lo que Jimin no estaba acostumbrado y se encontró presionando con fuerza el brazo de Jungkook.
Ni bien el avión tocó piso, Jungkook se desabrochó el cinturón y se abalanzó sobre el Rubio que lo resolvió con el corazón agitado.
Lo tiró en la cama y lo beso. Fuerte, profundo con una voracidad que Jimin jamás había experimentado y le gustaba.
Lo volteó sobre la cama y lo penetró duro, haciendo que cada nervio de su cuerpo supiera que Jungkook estaba poseyendolo.
Jimin gimió y lloriqueo recibiendo cada enbestidida disfrutándola. Hasta que se vino fuerte. Pudo sentir el momento en que Jungkook lo llevaba profundo y caliente.
- Sr. La limusina lo espera.
Dijo una voz del otro lado de la puerta.
Jungkook salió del rubio y antes que Jimin se diera cuenta el castaño estába listo pará salir. Impecable cómo siempre.
Le tiró la ropa en la cama para que se vistiera y se fue hacia la puerta.
Por un momento el corazón de Jimin se detuvo.
Que pasaba ahora. Estaba dejándolo. Estaba yendose y dejándolo en un país desconocido.
El miedo inundó todo su cuerpo.
- Espera...- fijo aferrándose a las sábanas. Todavía demasiado débil por el sexo.
Jungkook se volteó y regreso por un beso.
- Tae te llevará al hotel. Nos vemos unas horas. Lo que necesites pideselo.
Dijo y acaricio el despeinado cabello del rubio.
Jimin sonrió pero no podía sentirse tranquilo lejos de Jungkook.

MALOS MODALESWhere stories live. Discover now