7.

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-¿Que carajos quieres?-fue lo primero que dijo Jimin detrás de Jungkook mientras lo seguía a un lugar mas apartado para hablar.

Mierda, ni siquiera pudo decirle al rubiesito lo deliciosa que fue su po-... quiero decir, despedirse correctamente de él.

-Cuida el tono, Park. No estás en posición de ser el idiota de la noche-le recordó Jungkook amenazante, su cuerpo lucía ciertamente muy tenso y rígido. Uff parece que no estaba de buen humor.

-Guau, narizón, qué pasa, que todavía no follas o algo?-se burló el pelirosa, sacando un cigarro, pero no alcanzó a sacar el encendedor cuando Jungkook lo estampó contra la pared.

-Cuida como hablas, teñido de mierda-dijo bajo y tenso, sus manos dos veces mas grandes que las de él inmovilizandolo.

La mirada en los ojos de Jungkook era peligrosa.

¿Por qué diablos estaba tan enojado?

No sabía. No quería enterarse tampoco, aunque, no es como si le interesase saber algo siquiera acerca de Jungkook. Pero no le gustaban esas actitudes de mierda, el no tenía culpa de lo que pasase en la vida de ese imbécil ni tenía que lidiar con ello. Joder había recordado; por eso odiaba deber favores.

-Dios, que coño pasa contigo. Quítame las putas manos de encima ahora, es asqueroso.-jimin pronunció bajo y amenazante.

Quizás era pequeño y estaba inmovilizado por un experimentado Jungkook, pero Jimin pelearia hasta el final contra el, claro solamente si es que éste seguía con su actitud de "me enterré un palo en el culo hoy no me toquen ando sensible".

Jimin frunció el ceño confundido cuando Jungkook le miró a los ojos brevemente para luego mirar de arriba a abajo su cuerpo con desdén. ¿Que cojones?. Jimin lo empujó y se apartó arreglándose la ropa. Iba a callarse simplemente por el hecho de que tenía que pagarle el jodido favor a ese idiota y quería que fuese lo antes posible. No iba a perder tiempo discutiendo.

-Iremos en tu auto. Yo conduzco.-sentenció. Sin dar mas detalle.

Jimin frunció aún mas el ceño. ¿Su auto? Que mierda, porqué ese bastardo quiere usar su auto? Estaba loco? Odiaba la sola idea de Jungkook poniendo un pie en su precioso auto, no lo merecía, además el tenía su jodido auto que valía cinco veces mas que el suyo propio. Joder tenía ganas de patearle las bolas.

Era demasiado íntimo que su enemigo y mayor competencia se subiese en su auto y a conducir, sobretodo. Dios. Jimin rechinó los dientes y sus manos se formaron puños. No tenía mucha opción de todas formas pero eso no evitaba el enojo. Respirando jimin se pasó una mano por el pelo, sentía el estrés en su cuerpo y eso que llevaba hablando con Jungkook cinco minutos. Cinco putos minutos que parecían horas.

-Voy a dejar algo en claro, Jungkook. Es mi puto auto y no sé dónde cojones vamos, ni a qué vamos ni a quién veremos así que te lo digo ahora, si algo me pasa a mi o a mi carro, te mato. ¿Entiendes?-jimin dijo calmadamente y sin dejar de mirar sus ojos negros con esa mirada gélida.

Jungkook no lucía asustado, de hecho eran pocas las cosas que realmente le asustaban. Pero no es como si tomara las palabras de Jimin a la ligera. Quizás no lo conocía de toda la vida pero en lo que llevaba ahí había aprendido que Park era perseverante y tenía voluntad. Jimin era alguien de quien debías tener cuidado, porque cumplía su palabra.

Y eso era algo respetable para Jungkook. Porque en ese aspecto él era igual.

Jungkook miró a los ojos de Jimin encontrando esa mirada decisiva que prometía lo que decía. El ambiente se hizo mas denso e ignorando su palabra lo pasó por el lado. Jimin observó su espalda y sintió la tensión emanar de él.

Hit the road with(out) love  [•KOOKMIN•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora