Park jimin se había convertido en lo que se diría una celebridad en el bajo mundo cuando se metió en las famosas carreras clandestinas. Era un pobre chiquillo asustado de dieciocho años con unas converse gastadas, que apenas y (con suerte) sabía lo que estaba haciendo.
¿Quien iba a pensar que se convertiría en el Rey de las carreras en un par de meses?
Nadie. Porque nadie creería que tal pollito podría lograr manejar una bestia como lo eran los autos.
Y es que cielos, Jimin ni siquiera sabía como hacer andar uno, no tenía oportunidad alguna.
Hasta que cierta persona le tendió la mano y le ayudó, casi como un ángel de la guarda. Le entrenó con dureza y plomo, lo formó de acero entre autos feroces, lo empujó a sus límites en curvas asesinas y le enseñó a pensar rápido con sus sentidos al máximo, disfrutando de la velocidad y adrenalina. Todo eso en tan solo un par de meses en los que Jimin cambió radicalmente su forma de pensar, sus objetivos y forma de ser. Todo en el había cambiado y ya no quedaba rastro del chiquillo que había llegado como ciervo hacia los leones.
Gracias a ella tenía resueltos o relativamente a raya sus constantes problemas.
¿Por qué? Porque logró triunfar. Logró sorprender a los apostadores, al público que no le tenía fe, el logró ganarse a su gente, llegó su momento donde se hizo su lugar. Desde entonces nadie había logrado tanta reputación y convocatoria como lo hacía él en cada carrera desde que se habia retirado un famoso corredor llamado Wok. Nadie había logrado generar tantas apuestas, tanto dinero como lo hacía Jimin.
Hasta que llegó Nochu.
Con su glorioso deportivo obviando su muy buena estabilidad económica aunque no era poco común que llegasen ricachones queriendo adular y creerse parte del ambiente al que, claramente, no pertenecían. Jungkook había bajado con una sonrisa casi tan grande como la del gato de Alicia en el País de las Maravillas, su caminar soberbio y superior, sus ojos inexpresivos contradiciendo la sonrisa confiada en su rostro. Esa actitud le desafió apenas posó sus ojos sobre él, bueno tampoco es como si pudiese dejarlo pasar. Jimin incluso tuvo la sensación de que aquel castaño solo estaba allí para comprobar algo.
Jimin prestó atención a su forma de ser, altiva y soberbia. Le habían incitado a aceptar correr junto a él y su llamativo deportivo negro para demostrar que él era el rey de las pistas y que no iba a dejar a un idiota recién llegado arrebatarselo en un día, lo que le había costado meses.
Sería mentira si Jimin dijera que estaba tranquilo. Porque desde que le vió su tranquilidad se había hecho añicos. Sin embargo, lo que hizo perder su juicio fue otra cosa.
Jimin se había enfurecido cuando el lindo Lamborghini le había superado por unos dos segundos haciendo inmediatamente circular rumores de que alguien le había ganado al mismísimo y (hasta es momento) invicto Park.
Ese día Jimin admitió que el idiota era bueno. Y que quizá lo había subestimado un poquito.
Pero también se dió cuenta que tendría competencia. Porque estaba mas que claro que Nochu había llegado para quedarse. Lo supo cuando le vió bajarse con una sonrisa arrogante y postura orgullosa, mientras le cuestionaba con esa mirada juguetona como diciéndole ¿es todo lo que tienes?.
Por supuesto que no lo iba a permitir.
Desde entonces entre ambos había surgido tal escandalosa rivalidad. Ambos peleando por quien ganaría en cada carrera. Un show digno de ver mas las palabras mordaces y las apuestas. Ambos habían encendido y atraído todo el público de las apuestas porque eran los reyes de las pistas.
Eran los grandes.
Pero el odio mutuo no daba cabida a nada más que eso: odio.
Por que era imposible caer enamorado o gustar siquiera de quien era tu dolor constante de cabeza.
¿O no?
¿Y si sí era posible?
Quien diría que entre ruedas, motores rugiendo, adrenalina y policías algo surgiría entre ambos.
Algo que daría un vuelco en sus vidas por completo.
Bueno o malo? No lo sabemos pero...
¿Te atreverías a subirte conmigo en esta carrera? Sentirás la adrenalina de un amor intenso que pasara de neutro a máxima velocidad, un amor que raspará tu alma como las ruedas contra el asfalto al partir, un amor que te acelerará el corazón en la velocidad mas alta y te lo bajará en menos de tres segundos a la mas baja, un amor que quizá llegue o no al fin de la pista.
Un amor sobre ruedas, al fin y al cabo.
En el cual hay que tener cuidado de no estrellarse...
Quien sabe.
La vida da muchas vueltas.
-¿Apuestas?
NOTA.
Bueno, hola mis hermoso público/lectoras!!!
Aquí les traigo una historia que tenía guardada hace tiempo.
Veran, es muy importante para mi. Es prácticamente hecha a base de vivencias, mi vida, mi entorno, el de personas que conozco y más.
Será una historia cruda en algunos momentos, no será de color rosa, sera dura y cruda como lo es la realidad. Porque cada uno tiene una realidad diferente.
Lean con precaución. En serio, lo que menos quiero es haceros sentir mal.
No soy perfecta!! Mi escritura no es profesional! Utilizo muchos modismos y costumbres de el dialecto en mi país, asi que perdón de antemano pero espero el contenido ses entendible y amigable para ustedes:)
Muchas gracias por tanto amor, son sensacionales!! Espero que también ésta historia sea de ayuda!
Me esforcé mucho para hacerla!
Nos vemos, cuídense!
Denle amor<3
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Hit the road with(out) love [•KOOKMIN•]
FanficHablemos de Jimin siendo el Rey de las carreras clandestinas... O al menos hasta que llega cierto idiota castaño a ponerlo en duda. ¿Apuestas? Portada hecha por: AlejaEM. <3 ©HISTORIA ORIGINAL. Contiene violencia, lenguaje para adultos y situacione...