Geheimnis #1 COMPLETA

CAPITULO 18

Comenzamos a caminar hacia las escaleras centrales de la entrada a la casa. La propiedad es gigante aunque he de destacar que la casa de Adler es bastante más grande.

El pingüino, o como otros llaman, chofer se lleva el auto y otro nos acompaña a la puerta cerrada de piedra obscura. El agarre de Adler se hace más fuerte pegándome más a él al punto que no hay espacio de separación entre los dos.

-Te recomiendo que no te alejes de mi.-murmura en mi oído. Le doy un rápido asentimiento antes de dejar a Camille atrás y convertirme en Samantha.

La puerta se abre y de inmediato la suave musica clásica inunda mis oidos, algunas personas se voltean a mirarnos comenzando a susurrar y señalarnos. Miro a un punto vacío comenzando a caminar junto a Adler. Pasamos del loby y avanzamos a una sala bastante grande donde esta siendo llevada a cabo la fiesta.

No me molesto en mirar a nadie y me trago el nervio dejando que cada uno de los invitados aqui me escaneen de pies a cabeza juzgandome. Mejores que yo no son, no se merecen nada de mi.

- Adler Wolf, pero qué maravillosa coincidencia. - habla una mujer.

Llevo mi vista a ella, trae un vestido verde aceituna, su cabello marrón esta recogido en un moño y sus labios están pintados de color morado uva. Entrecierro mis ojos convencida que la he visto en algún otro lado.

¿De dónde la conozco?

Adler se limita a quedarse igual que antes y la mujer hace una mueca que me hace sonreir. La mujer se sonroja desviando la mirada de Adler como una completa cría, un señor de cabello negro como la noche, ojos verdes pasto y barba espesa con canas llega y le toma la mano llamando su atención. La mujer se tensa y finge una sonrisa.

¿Quien diria que los ricos son tan transparentes y divertidos?

- Adler. - el señor inclina la cabeza en modo de saludo. - Es bueno verte, hay muchas cosas que hablar hijo.

A él si que lo reconosco, su rostro ha estado en la pared principal de Geheimnis desde que tengo memoria por ser un cientifico psicopata, creador de los zombies con sus experimentos. Pablo Marqués, padre del famoso Joaquín Marques. Todo un dolor de ovarios a decir verdad.

Me mira con una mueca sacandome de mi ensoñación, parece confundido y enfadado por mi presencia. De repente las miradas de los tres están sobre mi, icluyendo a Adler que soba mi cintura con su pulgar. Me aclaro la garganta antes de hablar.

- Samantha Mitchells - extiendo mi mano. - soy su novia. Mucho gusto.

Me trago la risa al ver de reojo como los ojos del Gott se abren y su mandíbula se aprieta, ademas que su agarre en mi cintura se hace más fuerte en reproche. A la señora Marqués casi se le salen los ojos ante mis palabras y me mira con horror tomandose del pecho de manera dramatica.

- Andrea Marqués - me toma la mano despues de unos segundos, aunque al que mira por aprovación es a Adler. - para ti la señora Marquéz.

Sonrío y asiento. Me muerdo la mejilla cuando veo venir al italiano. Mierda, Quito la mirada volteandome a la entrada donde mas gente entra, mi estómago se revuelve al reconocer al señor Schwarzenegger entrando con una joven de la edad de sus hijas, pero sin ellas por ningún lado.

Que asco con la gente de aquí.

- Señores Marqués, que agradable compañía. - saluda esa voz con acento Italiano frente a mi, no volteo a mirarle y me limito a mirar una puerta un poco tensa.- Señora, ¿está usted más joven?. Se ve preciosa. - halaga.

Muerdo mi mejilla interna captando el sarcasmo poco notable en su voz, en una directa broma.

- Gracias Tobías. Me hice un botox. - dice muy orgullosa.