Geheimnis #1 COMPLETA

CAPITULO 23

Mi corazón late a gran velocidad mientras subo por las escaleras de emergencia de mi edificio. A fuera se encuentra Miles con Steve que decidió quedarse, claro que Miles no le dijo nada. Me ha tocado estacionarme en la parte trasera para que no me vieran y colarme con un vecino que iba saliendo.

El eco de mis pasos y el sonido de la puerta abriéndose truena por el edificio y ruego porque no me escucharan. Pero claro, es demasiado pedir para mi méndiga suerte. Corro hacia mi departamento que efectivamente tiene la puerta de madera tumbada pero la respalda un gran pedazo de metal que cubre el espacio por completo, haciéndome sonreír. Presiono un botón en mi reloj que hace que salga un teclado para poner la clave.

9032002

Mierda.

El detalle de que el metal pese y sea ruidoso, llega a mi cabeza muy tarde para cuando ya se empezó a levantar para abrir la casa. El sonido definitivamente llegó hasta abajo, y eso lo confirma la llamada entrante de Miles que se cuelga de inmediato.

Corro a las escaleras y atasco la puerta de servicio en lo que el metal se abre lo suficiente. Presiono nuevamente a que se cierre la puerta del apartamento desde el botón en mi arete y me mantengo contra la puerta, escuchando el eco de los pasos subiendo las escaleras del otro lado.

Volteo hacia la puerta del apartamento, calculando el espacio y la velocidad para moverme. La puerta contra mi espalda se sacude cuando intentan tumbarla, jadeo sin dejarme hasta que la puerta me convence lo suficiente de estar perfecta. Corro hacia la puerta, deslizándome por debajo del metal que va bajando para volver a cellar el lugar, aviento mi cabeza antes de que me la aplaste.

Jadeo en el piso, escuchando los golpes lejanos del otro lado. Noah va a estar fúrico, pero eso es lo que me importa en este instante. Me enderezo entrecerrando los ojos para intentar mirar sobre la oscuridad del apartamento, sin luz.

Escucho una respiración agitada hacia donde está la cocina, seguido de algo deslizándose contra el suelo. Suelto una pequeña sonrisa recuperando el aliento de que el lugar no esté vacío y hablo.

-¡Soy yo Ellie!.- un suspiro de alivio llega a mis oídos antes de que prendan las luces del lugar, dejándome verlas detrás de la barra de la cocina con pistolas en sus manos y con cara de susto.

- ¿Qué carajos Camille?. - Ellie se queja tomándose el pecho para dejar en claro que la asusté. Ruedo los ojos.

- Que poca confianza niñas. - finjo indignación - les dije que solo yo se abrir esa puerta.

Y no mentí.

- ¿Qué ha pasado? - me habla Dani sentándose en la barra y dejando la pistola a un lado.

- Te quieren interrogar. - le restó importancia, sirviéndome un vaso de agua y recargándome contra la alacena.

Se tensa y me mira con los ojos bien abiertos, dejando que el horror salte de su mirada a mi, reaccionando justo como quería evitar. Ellie interviene dándome una mala mirada.

- Pero ella no se acuerda.

- Lo sé, por eso estoy acá. - me tomo el agua a grandes tragos y vuelvo a mirar a Dani, con las palabras del sabueso dando vueltas en mi cabeza. -Pero antes que eso necesito vengas Dani.