ES MI HIJO CAPULLO- (INTENABO)

LA LLAMADA

Tomó el teléfono y llamó al contacto que Yun le había dicho hacía unos minutos, a este le habían borrado ese número al salir de la mafia, al igual que todos los demás, pero bastaron un par de llamadas para conseguirlo rápidamente.

-¿Si?- se escuchó una grave voz detrás, claramente con un modulador de voz.

-¿Armando Grúas?- preguntó.

-No, soy su padre, el está ocupado follándose a tu puta madre- dijo sarcástico.

-Que gracioso- carcajeó falsamente- ¿Eres tu o no?- preguntó enfadado.

-Si, ¿Qué quiere Jack Conway?- dijo haciendo ademán en su nombre.

-Quiero que llames al cabecilla de tu mafia del moco y que soltéis a mi Gustabo hijos de puta- dijo seriamente.

-Lo primero ahora mismo, lo segundo se verá según como te portes con el jefe- hubo unos segundos de silencio en la línea, donde Jack casi temblando con teléfono en mano miraba un punto fijo.

-¿Me reclama?- preguntó una voz espeluznante con otro modulador de voz.

-Hola-saludó con voz firme- tu tienes a mi hijo ¿No?- 

-Vaya, que bien lo sabes- sonrió debajo de la máscara.

-Bien, ¿Cuánto quieres por el?- preguntó.

-Mmm... Por ahora eso no- dijo sarcástico.

-Déjame saber que está vivo al menos- lágrimas salían de sus ojos pero su voz no dejaba de sonar firme.

-Eso si- se escuchó como se movía, intentó escuchar lo máximo que pudo, se oía una puerta metálica abrirse y unos sonidos vocales amortiguados por algo, estaba claro que eran de su hijo- alguien quiere hablar contigo- le quitó la soga que tapaba su boca.

-¿...P-Papa...?- preguntó en un débil susurro.

-Cariño tranquilo, pronto voy a por ti- cogió el teléfono mas fuertemente.

-Papá sácame de aquí por favor- susurró de nuevo.

-Tranquilo, pronto nos veremos de nuevo, te lo prometo- lloró ya sin poder normalizar su voz.

-Tik tak, se acaba el tiempo...- dijo el secuestrador divertido.

-Hijo escúchame, te quiero mucho ¿Vale? Que no se te olvide, voy a encontrarte- 

-Yo también te quiero papá- en ese momento el individuo le arrebató el teléfono y colgó.

-¡ME CAGO EN LA PUTA!- lanzó el móvil a la pared, donde se rompió en pedazos. Pronto entró Horacio al oír el golpe. Al ver el teléfono roto en pedazos y a su tío en el suelo llorando desesperadamente supo lo que había pasado.

-¡Conway!- lo cogió de las axilas y lo elevó, pronto llegaron Volkov y Michelle que habían escuchado el golpe desde la parte de abajo.

Pero...

¿...Quién estaba más jodido de los dos...?