ES MI HIJO CAPULLO- (INTENABO)

¿POR QUÉ?

-¿Q-Que?- preguntó con los ojos muy abiertos.

-Si... Verás, yo amaba a Julia, con todas mis fuerzas, más de lo que él pudo amarla jamás- lo miró a los ojos- pero llegó tu padre, ese estúpido Conway, con su seriedad y su sex appeal, la enamoró- miró al suelo- el le prometió la Luna, yo no podía prometérsela, estaba en la guerra, no podía asegurar que viviría. Pero al parecer el si- suspiró- años después rapté a Julia para que se enamorara de mi otra vez, pero solo me escupió e insultó. Ese día iba con sus hijos, así que tuvimos que hacernos cargo de ellos también- alzó los hombros.

-Eres un loco- Gustabo se arrastró por el suelo- ¿Cómo pudiste hacer eso?-

-Yo la quería más que tú padre, por eso tenía que ser mía- gruñó.

-N-No, cada uno ama a quien quiera amar- gritó. El otro lo tomó del cuello y lo elevó.

-No vas a venir ahora tu a darme lecciones morales- apretó su agarre dejándolo sin aire.

-P-Para por f-favor- suplicó.

-Bueno- lo soltó haciendo que cayera al suelo- no estamos aquí para hablar de mi, tu, le has devuelto a Conway la vida que le faltaba. Así que quiero quitarle lo que el más ama. Aparte de que pareces bastante guapo- lo tomó por la barbilla dejando ver sus ojos azulados.

-No me toques- apartó su mano de un manotazo.

-No te quieres enfrentar conmigo- acarició su torso, llevó esa mano hasta su cuello- ¿Que opinas de hacerlo conmigo hasta el amanecer?- acarició sus labios.

-¿Q-Que? No, aléjate- le dio un empujón.

-No me hagas usar la fuerza- lo tumbó quedando el entre sus piernas y empezó a rozar su bulto por su parte íntima.

-P-Para- suplicó removiéndose. El más alto iba a contestar cuando la puerta fue tocada.

-Señor, lo necesitamos- dijo la voz de Nadando.

-Esto no queda aquí rubito- dijo el de la máscara antes de salir.

Gustabo solo se encogió sobre si mismo, pegando sus piernas a su pecho y empezó a llorar sobre sus rodillas. Solo quedaba esperar a que Conway lo encontrara.

Porque lo iba a encontrar ¿Verdad?