Gustabo había encontrado a su media naranja, lo tenía claro. Y este no era nada más ni nada menos que Yun Kalahari. Estaba enamorado, muy enamorado. Pero tenía un pequeño problema, su padre odiaba a todos los mecánicos que se le pusieran en frente.
Tampoco es que Yun lo supiese, a lo mejor le decía que no. Pero no perdía nada por intentarlo ¿Verdad?
Aquel día se levantó nervioso, pero tenía que hacerlo de una vez. No se vistió de policía, sino con una ropa casual pero elegante. Ahora tocaba la parte mas difícil, librarse de su padre.
-¿Por que no llevas el uniforme?- preguntó Conway con una ceja alzada apoyado en la encimera mientras bebía café.
-Me tomo el día libre- dijo cogiendo una manzana del frutero.
-¿Por que no me lo has dicho antes? ¿Con quien vas?- preguntó rápidamente. ''Se puso en modo detective'' pensó mirándolo fijamente. Se puso a pensar en que excusa pondría.
-Tengo que ir con el tito Viktor- dijo algo indeciso intentando sonar convincente- Es que... Pronto será el cumple de Horacio y vamos a comprarle un regalo- dijo rascándose la nuca nervioso.
-Mmm... Vale, te doy el día libre- volvió a su café aún sin estar del todo convencido.
-Gracias papi- le dio un beso en la mejilla y salió de la casa no sin antes coger su copia de llaves.
Subió a su Audi el cual había obligado a su padre a que se lo comprase y fue a donde había quedado con su amor secreto, bueno, secreto por ahora.
-Hey Yun- saludó con la voz un poco temblorosa.
-Hola Gustabo- saludó sonriente. ''Ahora o nunca'' pensó el nombrado acercándose mas al pelirrojo- ¿Gustabo?- preguntó extrañado por la cercanía.
-Me gustas mucho- dijo para después unir sus labios, era mejor hacerlo directamente. Se separó al ver que no era correspondido y vio la cara de asombro del otro- Y-Yo- tartamudeó- Lo siento- chilló dando marcha atrás dispuesto a irse, pero un brazo se lo impidió. Cuando iba a hablar fue interrumpido por unos labios.
-Tu a mi también- le susurró Yun al separarse acariciando su dorado cabello. Volvieron a besarse esta vez con mas ganas que antes. Pero recordaron que estaban en un lugar público y se separaron mientras se miraban a los ojos.
-Wow- dijo Gustabo por fin después de recuperar el aliento- eso fue increíble- se cogieron de la mano y empezaron a andar hablando de temas triviales.
-Oye, eso de que te gusto, ¿Era verdad?- preguntó parando su andar.
-Pol supuesto- asintió emocionado.
-Pero... ¿Por que?-
-Pol que eles helmoso Gustabito. Y muy amable, me encanta tu pelsonalidad- le dijo completamente sincero. El menor solo se lanzó a sus labios de nuevo.
Después de muchos momentos tan empalagosos como ese decidieron que ya era hora de volver. Era muy tarde, las doce de la noche pasadas. Su padre lo iba a matar.
Entró a la casa sigilosamente viéndolo todo completamente apagado, sonrió para si encaminándose a su cuarto. Pero de repente, la luz se encendió dejándose ver dos sillas como las de su padre, una se giró dejando ver efectivamente al trajeado con una cara que daba miedo.
-Buenas noches hijo- dijo con una voz espeluznante- ¿Dónde estabas?- preguntó aún con ese tono de voz.
-C-Con el tito Vik, ya te lo ha dicho antes- dijo temblando.
-Buenas noches- dijo una voz mientras se giraba la otra silla dejando ver al ruso con una sonrisa.
-Mierda- susurró frustrado.
-¿Me vas a decir ya donde estabas?- preguntó Jack harto.
-Bien- suspiró- estaba... En una ¿Cita?- dijo al final dudando en donde había estado realmente.
-¿Y por que no me lo dijiste?- preguntó levantándose de su asiento.
-Bueno yo me voy, que pasen una buena noche- dijo Volkov saliendo por la puerta (Pto ruso, como se ha escaqueado)
-Pues... Porque me das miedo- dijo en voz baja agachando la cabeza.
-¿Con quien era la cita?- preguntó encendiéndose un cigarro.
-¿Si te lo digo te enfadarás?- preguntó mirándole.
-Me enfadaré si no me lo dices- dijo mirándole también a los ojos.
-Con un mecánico- dijo rápidamente. Jack se atraganto con el humo del cigarro.
-¿Con cual?- preguntó echando humo por las orejas.
-Yun Kalahari- se apresuró a decir.
-¿CON EL COME GATOS?- preguntó sorprendido.
-Si... Y estamos saliendo- dijo nervioso.
-La madre que me pario...- suspiró- mañana lo quiero aquí-
-¿Que? ¿Para que?- preguntó sorprendido.
-Para ver si es de fiar, ese taller me da muy mala espina- se fue a su cuarto son darse cuenta de que Gus lo seguía.
-Si te lo traigo y es buena persona, ¿Nos darás vía libre para salir?- preguntó sentándose en la cama con su padre.
-Ya veremos- dijo quitándose la camisa, recibiendo un gritito por parte de Gustabo.
-Gracias papa- le dio un besito en la mejilla, pero cuando iba a salir, la voz del mayor lo paró.
-¿Te puedes quedar esta noche aquí? Es que llevas mucho tiempo sin dormir conmigo y-- fue interrumpido por Gustabo tirándose a la cama completamente emocionado.
-No se diga mas viejo chocho- le sonrió con tanta felicidad que hasta pasó por alto el insulto que le acababa de decir.
-Buenas noches- dijo el mayor apagando la luz de la lámpara, seguido de eso se abrazó al cuerpo de Gustabo. No quería que tuviese pareja, quería dormir con el todas las noches, pero sabía que, como un pájaro, tenía que volar del nido. Y sabía que, las pieles que el abrazaba sin segundas intenciones, alguien más las abrazaría.
Una lágrima cayó de su ojo con una sonrisa. Su pajarito había encontrado a su pajarito.