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Llevábamos ya cuatro horas vigilando mientras hacíamos otras cosas, Eraser estaba revisando trabajos y calificando, yo estaba revisando algunos casos de estudiantes que me parecieron interesantes y buscaba formas de ayudarlos y de que se sintieran cómodos hablando del tema.

No pude evitar dar un largo bostezo, leer por tanto tiempo me da sueño a veces.

- Si estás cansada puedes ir a dormir un momento mientras yo me quedo aquí.

- No, descuida.-dije frotándome los ojos.- estoy bien, ve a dormir tú primero.

Él no se movió, siguió con sus trabajos y yo con mis expedientes.

No sé cuánto tiempo pasó ni cuando fue que me quedé dormida.

Abrí los ojos al escuchar un objeto caer, me senté rápidamente, estaba acostada en la cama de abajo de la litera y llevaba una manta cubriéndome.

- Ah, perdón, no quise despertarte.- dijo Eraser levantando la tapa de un termo metálico del suelo. Mi cara de confusión debió ser muy evidente.- Te quedaste dormida hace una hora masomenos y te lleve a la cama.

-Ya veo, gracias.

- Intenta dormir otro rato.

- ¿Y tú? ¿No vas a dormir?

- Cuando hayas descansado tú lo haré yo.

- Pero...-me interrumpió.

- Descansa. Te voy a despertar dentro de otra hora para tomar mi turno.

Accedí y me acomodé pero en realidad no logré dormir de nuevo, aún así me quedé acostada y tapada pretendiendo que lo hacía para ver si al final lo conseguía.

Pasados unos minutos comencé a escuchar la voz de Eraser cantando bajito pero muy bien entonado. Eso me sorprendió pero no me moví. Su voz me arrulló lo suficiente para quedarme dormida otra vez.

Luego de un rato vino a despertarme y tomé mi turno, él subió a la cama de arriba y se durmió de inmediato. Me dijo que no era necesario que permaneciera pegada a las pantallas pero que sí debía estar atenta a las alarmas así que me quedé en la cama mirando de lejos y jugando un poco en mi celular. Me dijo que debía despertarlo a las seis que era cuando terminaban las guardias y él a las siete debía ir a sala de maestros para calificar trabajos.

La noche culminó de forma tranquila y a las cinco y media me metí a bañar, salí, me vestí, me sequé el cabello con una toalla y a las seis subí las escaleritas de la litera para mover un poco su hombro y despertarlo.

- Eraser, es hora.- le dije con la voz más gentil que pude, él se incorporó lentamente tallandose los ojos como un niño pequeño en un gesto adorable.

- Ya voy.-dijo bajando de la litera.- iré a darme un baño, ya puedes irte si quieres.

-Claro, sólo recojo mis cosas y me voy.

Se metió en el baño y yo comencé a recoger y guardar mis cosas.

Apenas abrí la puerta para salir de la sala la puerta del baño se abrió también y salió Eraser recién bañado vistiendo únicamente su pantalón.

- Ah, sigues aquí.-dijo al verme a punto de salir.- qué bien, olvidé decirte algo, no sé si el director te lo dijo antes pero desde ahora te tocan guardias todos los viernes conmigo, igual que anoche.- comentó mientras terminaba de vestirse con toda normalidad.

- De acuerdo, nos vemos.- dije saliendo de ahí algo nerviosa.

Volví a mi oficina y dormí un poco más en el sillón, mi horario de atención comenzaba hasta las ocho, pero antes de que diera la hora alguien irrumpió en la oficina haciéndome levantarme de un salto.

Terapia De Besos {Aizawa × Lectora}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora