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- Me iré a realizar una misión esta noche.- me dijo un sábado por la mañana.- Quiero pedirte que cuides de Eri.

- ¿Una misión?

- Así es, por tu seguridad no puedo darte los detalles pero lo planeado es volver mañana por la noche. Por favor quédate en mi casa con Eri.

- ¿Eri no estará más segura en la academia?- Él negó con la cabeza.- Mi casa es más segura de lo que piensas, es necesario cunado eres héroe profesional, quisiera que ambas estén juntas y a salvo, además Eri necesitará apoyo emocional, es lista y sabe que corro peligro, ella confía en tí y te quiere, prefiero que esté contigo. ¿Lo harías por mí?

- Claro.- lo abracé.- Pero ¿Quién te cuidará a tí?

Tomó mi cabeza recargándola en él y besando mi cien.

Cuando llegó la noche fui a su casa, Eri ya estaba ahí, le dijimos que haríamos una pijamada juntas sólo las dos, la idea le sonó divertida.

Sorprendentemente se quedó dormida antes de que Shouta se fuera, él la despidió con un beso en la frente y en el humbral de la puerta se despidió de mí.

Me sostuvo el rostro con sus manos como no queriendo soltarme, me dió un beso en los labios con sabor a despedida y con su frente unida a la mía y los ojos cerrados susurró:

- Te amo...- Mis ojos se abrieron de par en par. Era la primera vez que me lo decía. Instantáneamente lo abracé ocultando mi cara en su cuello e inhalando su aroma.

-Yo t...- puso sus dedos sobre mis labios.- me lo dirás cuando vuelva, así tendré más ganas de hacerlo.

¿Es posible decir cosas tan adorables en un tono tan serio?

Se separó de mí y tras una última caricia en mi mejilla y mentón se dió la vuelta y se fué.

Sentí un pequeño vacío y fui a ver a Eri, seguía dormida en la cama de Shouta, me recosté a su lado para acariciar su cabeza.

Ella durmió como un ángel toda la noche pero no podría decir lo mismo de mí.

Me aseguré de que estuviera profundamente dormida y me fui a la sala, prendí la televisión y busqué en los noticieros, si había una pelea o algo los medios lo cubrirían, aunque Shouta no se suele dejar ver.

Encontré lo que buscaba rápidamente ya que el conflicto era tan grande que se interrumpieron todos los canales.

Pasé unos 15 minutos mirando atentamente la pantalla buscando indicios de su presencia. Fue apenas por unos segundos pero apareció una figura negra en pantalla balanceandose con unas cintas, a lo lejos. Debe ser él.

No me despegué de la pantalla por al menos media hora más cuando todo terminó con una intensa explosión de humo verde, tuvieron que evacuar a todos ya que al parecer era tóxico, también los medios tuvieron que retirarse y la imagen que podían tomar era tan lejana que apenas se veía un punto verde dispersandose.

- ¿Mi papá está ahí?-Preguntó la vocecita somnolienta de Eri haciendo que me sobresaltara.

Me giré y ahí estaba tallandose los ojos.

Apagué la televisión rápidamente y fuí hasta ella.

- Todo estará bien.- Le dije agachándome frente a ella.- ¿No deberías estar en la cama?

- Tuve un sueño feo.-respondió.- soñé que lastimaban a mi papá.

Sentí una punzada en el pecho.

-Ven aquí.-la abracé.- fue sólo un sueño corazón, él estará bien, es muy fuerte.- No sé si lo dije para consolarla a ella o a mí misma.

Fuí con ella hasta a habitación y la abracé mientras intentabamos dormir.

Por la mañana hice el desayuno y busqué noticias en mi teléfono, nada era claro, no sabían nada.

Intenté distraerme haciendo galletas con Eri, Shouta me dijo que era preferible que no saliéramos de casa hasta que él volviera.

Eri no lo decía pero se veía preocupada.

Por la noche le puse caricaturas y me senté con ella en la sala con la luz apagada y comiendo palomitas.

Shouta dijo que volvería esta noche pero ya pasaban de las doce y no habían indicios de que fuera a llegar.

Eri y yo nos quedamos dormidas.

Al cabo de unas horas me despertó un aroma familiar y un roce en mi mejilla.

Abrí los ojos y me incorporé asustada, entonces lo ví, mis ojos se humedecieron y lo abracé con todas mis fuerzas.

- Yo también te amo.- Susurré.

Correspondió mi abrazo apretamdome contra el por la cintura y oliendo mi cabello.

- Valió la pena volver para escuchar eso.-Respondió.

- ¿Papi?- preguntó Eri despertando.

- Aquí estoy.- le dijo bajito y la llevó cargando a la cama.

Volvió a la sala conmigo y volví a refugiarme en sus brazos.

- Estaba asustada después de la explosión.

- ¿Viste las noticias?- Asentí como respuesta.

- Yo no estaba cerca, pude alejarme del humo a tiempo. Me retracé en mi regreso por toda la averiguación de la policía. Perdóname.- Apretó su abrazo y me besó en los labios, rodee sus cuello con mis manos y le correspondí.

- Ahora estás aquí.

- Así es cariño. Y no voy a irme.

Nos desvelamos juntos en la sala abrazados y hablando bajo para que Eri no despertara, le conté todo lo que hicimos juntas Eri y yo.

- Me gusta esto.- Me dijo de repente.- Hablar contigo así, abrazarte.- Su rostro se mostraba serio pero su mirada era intensa.- Volver a casa y encontrar ahí a las dos personas que más me importan.- Me acarició la mejilla.- Me hace sentir muy feliz.

Puse mi mano en su mejilla sintiendo lo áspero de su barba y empecé a dejar besos por todo su rostro y subí a su regazo.

Pasamos el resto de la noche así, intercambiando besos, miradas y caricias hasta que el sol comenzó a asomarse.

Fuimos los tres a la academia y luego de dejar a Eri fuimos a cumplir con nuestras respectivas responsabilidades.

Me sentía algo cansada ya que no dormí mucho pero trabajo era trabajo.

Cuando menos lo noté ya era la hora del descanso, fui a la sala de maestros, me serví un café para intentar despertar y me senté en uno de los sofás.

Los profesores parecían tan activos hoy que llegaba a ser irritante.

Shouta también vino a la sala, se sirvió un café, tomó un par de bocadillos y vino a sentarse a mi lado.

- Ten cariño, toma uno.- dijo ofreciéndome uno de los bocadillos.

- Gracias amor.- lo recibí y comencé a comer.

Sentía la mirada de todos los profesores sobre nosotros.

- ¿Cariño?- preguntó Vlad King.

- ¿Amor? -dijo Midnight con una sonrisa.

- Pendejos.- Dijo Mic aguantandose la risa.

Shouta y yo nos quedamos congelados.

Estábamos tan desvelados y cansados que no nos dimos cuenta.

- Ups.- dije.

- Ups.- Respondió.

- Ups.- Arremedó All Might cruzado de brazos frente a nosotros.

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Instagram: genevieve_anneliese_

Terapia De Besos {Aizawa × Lectora}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora