5. Jueves. (1)

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De nuevo estaba en aquel camino desconocido. De nuevo no veía nada, todo estaba oscuro y hacía viento. Esta vez no quise correr para volver a caer, así que comencé a retroceder lentamente hasta chocarme con algo. O mejor dicho con alguien... Empecé a sentir frio e intenté alejarme de allí, pero ese " alguien" no me dejó ir; me agarró del brazo y tiró hacia una dirección desconocida.
-Sígueme. - escuché una voz fría y grave.
- ¿Quién eres? - dije yo asustada.
- He dicho que me sigas, o asumirás las consecuencias de no hacerlo. Elije, ¡AHORA!
-¿DONDE ESTOY? NO ENTIENDO NADA, ¿POR QUÉ TENGO QUÉ ELEGIR? ¿QUIÉN ERES? DÉJAME, ¡ME ESTÁS HACIENDO DAÑO! - grité yo. El viento había aumentado.
-Ya que has elegido no seguirme, todo cambiará. Asumirás las consecuencias Elisabeth. Tu vida será un infierno. Ven conmigo ahora, o lo lamentarás para siempre. Hazlo ahora o nunca. - me dijo con voz ronca y tiró aún más fuerte de mi brazo.

-*TATATATATATA! * - escuché yo de golpe y me levanté. Mi respiración estaba acelerada, como si hubiera corrido durante dos horas seguidas. ¿A qué se deben estos raros sueños?

-¿Lisa? Que raro que ya te hayas levantado. Buenos días, ¿qué prefieres desayunar, tortitas o cereales? - me dijo mi madre al entrar en mi cuarto.

-Prefiero cereales mama. Buenos días. - le contesté yo suspirando.

-Vale, ¿piensas vestirte algún día? - me dijo ella irónica.

-Ya voy. - dije yo alargando la o y estirandome bajo la manta.

Bostecé y me puse de pie frente el armario. Menos mal que mañana es viernes, porque si no moriría de sueño. - pensé.

Después de vestirme y realizar mi rutina de cada mañana salí de mi casa. El cielo estaba cubierto de nubes por lo que las calles todavía estaban oscuras.

Al bajarme del autobús vi la silueta de alguien que me sonaba. Como no, era Sasha. Últimamente lo veo demasiado seguido; mientras está por delante mía y no se gire no se dará cuenta de que estoy cerca suya. - pensé.

Pasé desapercibida hasta que habíamos subido hasta el instituto, en la puerta de este Sasha se giró.

-" Mierda. " - pensé. Este me sonrió y me saludó con la mano. Yo le devolví el saludo sin ganas.

Fui a mi sitio de siempre para esperar a Lera y saqué el móvil para estar con el de mientras. De repente vi que alguien se había acercado hacia mi y me estaba mirando. Levanté la vista y vi a a aquellos chicos que llevan molestandome desde que estudio aquí, nunca me dejarán en paz.

-Hola bicho raro. - dijo uno de ellos. Todos se rieron del nombre que me había puesto.

-¿Qué es lo que quieres? - le pregunté yo cansada. Me tenían bastante harta, además nunca de acercaban por separado, sino en su grupo de amigos y siempre cuando veían que estaba sola.

-Quiero que te cambies la cara que tienes. ¿Por qué eres tan fea? - me preguntó. Todos volvieron a reír.

-Déjame en paz. - me encogi de hombros y me giré hacia el otro lado molesta.

-No te estoy haciendo nada, ¿acaso eres tan tonta como para no entender eso? -preguntó él poniéndose delante mía.

-He dicho que me dejes. - le dije yo irritada.

The dark angel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora