¡Sí, Chef!

Capítulo 8

La semana anterior habían expulsado a un chico de nombre Ignacio, no le había ido muy bien con el tema de los postres, la producción notó que los chicos eran unos magníficos cocineros, pero para los postres eran un auténtico desastre.

Fabiola y un par de personas de la producción lograron programar una clase esa semana con uno de los mejores chefs de repostería de España

— Yo puedo ir a avisarle a los chicos que se preparen para la clase— se ofreció Jordi durante la junta semanal que tenían con el productor y el resto del equipo, Fabiola casi lo fulminó con la mirada

— De hecho, nos gustaría ir también a la clase— pidió Samantha

— Por mí no hay problema— dijo el productor –De hecho lo veo perfecto, si los chicos se atoran en la grabación ustedes les ayudarían— los tres jueces asintieron

— Perfecto. Entonces Jordi ve avisarles a los chicos, los quiero listos muy temprano y a ustedes también— les advirtió el jefe. Luego siguieron platicando más sobre el programa mientras degustaban unos sándwiches

Jordi atravesó el jardín que separaba el estudio de la casa que habitaban los concursantes, a lo lejos el conductor vio a los chicos jugando futbol y a un par de chicas tomando el sol, pero no vio a Romina, se preguntó en dónde estaba en ese momento, una vez que se acercó más los chicos lo invitaron a jugar, él iba a declinar la invitación pero al instante vio salir a Romina con un impresionante traje de baño rojo de dos piezas, la vio un instante como si estuviera hipnotizado por el cuerpo de la chica, pero al instante reaccionó y aceptó la invitación a jugar futbol.

Romina de ratos volteaba a ver cómo jugaban los chicos y de ratos volteaba la vista a su libro de Oscar Wilde, de repente una ligera lluvia comenzó a caer, a los chicos no les importó pero las chicas entraron a casa a cambiarse

— Laura, te toca cocinar hoy— dijo un chico pelirrojo a la amiga de Romina

— Ok, pero que Romy me ayude— pidió la chica y ésta aceptó

— Jordi ¿te vas a quedar a cenar con nosotros?— preguntó Laura cortando unos cebollines

— ¡Claro! además venía a decirles algo, pero me espero a la hora de la cena— dijo Jordi

Se sentaron a cenar unos tacos de suadero que habían preparado las chicas, además sacaron una buena cantidad de cervezas para acompañar la cena

— Bueno chicos, los esperan mañana a las 8 para ir a una clase en donde van a prender a hacer un postre— anunció Jordi mientras los chicos escuchaban atentos— También vamos a ir nosotros para apoyarles en la grabación, así que no se preocupen—

— ¿Tenemos que llevar algo?— preguntó Cecilia

— Nop, sólo sus ganas de trabajar— dijo él y todos rieron

Después de haber comido y bebido sin límite varios de los chicos se quedaron dormidos en la sala, otros en sus habitaciones. Marco, Romina y Jordi habían salido al jardín a platicar mientras compartían unas botellas de cerveza sentados en el pasto.

Marco se recostó en el pasto, cerró los ojos y se quedó profundamente dormido

— Vaya, ¿qué hora es?— preguntó Romina a Jordi

— ¡Oh Dios, es tardísimo!, van a dar las 2 de la mañana—

— Con razón ya todos se fueron a la cama— dijo Romina volteando a ver a la casa y notando que ya todas las luces estaban apagadas

— Sí, la verdad es que se me fue muy rápido el tiempo. Me divertí platicando contigo y lo que queda de Marco— ambos voltearon a ver al chico que estaba profundamente dormido