¡Sí, Chef!

Capítulo 7

Corría la tercera prueba de eliminación de Masterchef, en esta ocasión Marco, Laura y Romina había quedado en el mismo equipo, el rojo. Su capitana era una chica rubia de nombre Cecilia. La producción los había llevado a un teatro en España, esa noche sería el estreno de una obra mexicana que estaba haciendo una gira alrededor del mundo, y esa sería su primera presentación ante el público y la prensa de España.

—El reto que tienen es que cada equipo va a preparar dos tapas, para los cerca de 150 invitados a esta inauguración—explicó Samantha

—Es obvio que la gente va a dar sus impresiones, pero nosotros vamos a evaluar el trabajo y decidir qué equipo merece ganar la prueba— explicó Jordi

—Entonces, tiene 90 minutos para preparar 300 tapas ¿Oído?— dijo Pepe enérgicamente

—¡Sí, Chef!— contestaron todos al unísono

—La prueba comienza en 3, 2, 1, a las cocinas— gritó Pepe y todos corrieron a  buscar los ingredientes necesarios para hacer sus tapas. El equipo rojo estaba preparando unas croquetas de Bacalao y unas empanadillas de atún

—¡Pueden apurarse!— gritaba Cecilia en las cocinas

—¿Puedes dejar de gritar?— le  replicó Laura que se está volviendo loca con los gritos de su compañera

A lo lejos estaban los conductores del programa, grabando un par de cosas para el programa, una vez que concluyeron Fabiola se acercó a ellos para darles un par de indicaciones

Jordi se puso al frente del equipo azul y comenzó a explicar frente a las cámaras en qué consistía la preparación de su platillo, en tanto Pepe hizo lo propio con su equipo rojo

Cada uno de los integrantes de los equipos estaban haciendo su trabajo, Fabiola se acercó a Marco y le pidió que explicara qué estaba haciendo, Marco explicó a detalle su trabajo

—¡Caray chico! Naciste para estar frente a las cámaras— le dijo Romina en tonó de broma, Marco, Romina,  Fabiola y el camarógrafo comenzaron a reír

—¡Los de allá, pueden callarse y hacer su trabajo!— grito Cecilia aún más histérica

—Lo siento, está un poco fuera de sí— dijo Romina a Fabiola, ambas se miraron y comenzaron a  reír

—Los dejo trabajar, no vaya a ser que venga y les dé con un látigo— dijo Fabiola dando media vuelta, pero el comentario hizo que todo el equipo estallara en risas, algo que no le causó nada de gracia a Cecilia

—¡Atención! Ya pasaron 30 minutos, les queda una hora para terminar ¿Oído?— anunció Pepe

—¡Sí, chef!— gritaron todos menos Romina que se estaba peleando con el bacalao, no podía cortarlo de manera correcta y estaba entrando en pánico

—Tranquila, deja que te enseñé— le dijo Marco, tomó un cuchillo y cortó un pedazo del pescado de forma tan rápida que Romina no alcanzó a ver

—¿Puedes hacerlo de nuevo?— dijo Romina llevándose la mano a la frente y al tiempo que una cámara se colocó enfrente de ellos

—Observa bien, lo detienes así, metes el cuchillo, que se deslice solo y ya está— dijo de nuevo Marco –Hazlo tú— dijo dándole el cuchillo. Romina lo tomó pero el cuchillo se trabó a mitad de pescado

—No lo muevas Romy, se desliza solo, trae acá— le quitó el cuchillo e hizo que lo agarrara de forma correcta, como si se tratara de una niña aprendiendo a escribir las letras, luego se colocó atrás de ella, la tomó de la mano con la que sostenía el cuchillo y él con su mano dirigió el trayecto del cuchillo a través del bacalao