Jihoon Pedido: Park_Lee_Choi79 Esperamos que te guste el pedido y sea lo que esperabas.
Sus cálidas manos pasaron por mis muslos, tocando con delicadeza haciéndome sentir en el cielo pero al mismo tiempo siendo arrastrada a uno de los más profundos infiernos, él era mi pecado e iba a pagar cada penitencia que hiciese falta sin rechistar para poder volver ver a ver a aquel demonio del que no podía saciar mis ganas.
-Jihoon...~ - murmuró al sentir sus labios besando mi cuello, mis manos estaban en sus hebras color azabache- Jihoon... podría llegar en cualquier momento... -solté con una fuerza de voluntad que no sabía que poseía-
Levantó su vista mirándome directamente a los ojos y pude verlo en aquel momento, él no se detendría, no hasta saciarse de mi, solo en ese momento se detendría, fue su mirada oscurecida la que me lo dijo y sabía que era inutil luchar contra su deseo.
-A mi no me importa...no te pregunte~ - dijo con un tono seco y autoritario, que hizo que la humedad que ya tenía se hiciera más grande- no me quedaré con las ganas de hacerte mía cariño, y creeme que se que tu tampoco quieres quedarte con las ganas, asi que solo limitate a gemir para mí si es que no quieres un castigo ¿claro?.
Asentí con una pequeña sonrisa en mis labios, sentí sus labios sobre los míos de una manera feroz, como su mano subía lentamente colándose por debajo de mi falda sin ningún tipo de pudor, me estremecí al sentir su calida mano en mi nalga, el apreto esta con algo de fuerza haciendo que soltara un suave jadeo, sentí sus labios en mi cuello dejando chupetones que luego tendría que maquillar, su mano había tirado bruscamente de mi braga haciendo que esta se rompiera, suspire y rodé mis ojos.
-¿De nuevo?, me debes unas jihoon- dije con falso tono de molestia- ya es la quinta este mes, controlate.
-Bien, pero callate que no tenemos mucho tiempo -respondió con un tono suave y rápidamente bajó sus pantalones- ¿que tan húmeda estas? -preguntó con prisa y yo baje mis dedos pasandolos entre mis pliegues, soltando un pequeño gemido para despues mostrarselos, demostrando lo húmeda que en ese momento me encontraba- joder, pequeña-murmuro al ver como mis dedos brillaban.
Agarró mis muñecas y las puso sobre mi cabeza, lo mire a los ojos con necesidad y solo pude sentir cuando su considerable miembro entro en mi de manera brusca, solté un chillido al haber sido de manera tan repentina pero empezó con el vaivén de sus caderas y gemi mas suavemente, el olor a sexo en la habitacion era tan fuerte que estaba segura que toda la casa estaba inundada de aquel caracteristico olor, sus caderas se movian de una manera exquisita, en un momento senti mis manos libres y pude ponerlas en sus hombros cubiertos, aprete la tela de su camisa entre mis manos mientras maldiciones, y sonidos obscenos llenaban la habitacion. Después de unos minutos él salió de mi interior viniéndose sobre mi ropa.
-No llegué, cariño -dije con desesperación agarrando su mano acercándose a mi zona- por favor, me falta solo un poco..-murmuró con desesperación y el me mira con malicia sonriendo de lado-
-Cariño, tendremos que dejarlo para otro dia, ya casi es hora de que él, llegue y no te va a dar tiempo para limpiar el desastre -dijo con tono serio acercándose a mí, dejando un suave beso en mis labios, bajo su mano y dejo una pequeña palmadita en mi zona haciendo que gimiera en sus labios-
-Jihoon...- pero cuando termine de decir su nombre el ya estaba perfectamente vestido, como si nunca hubiera pasado nada-
-Adiós cariño, ya nos veremos -dijo en un tono burlesco mientras salía tranquilamente por la puerta del cuarto, pude escuchar la puerta del apartamento siendo cerrada y suspire con frustración.
El sería mi perdición definitivamente, era el demonio que se aparecia en mi puerta cada que estaba caliente, me cojia y se iba, pero aquello me encantaba y aunque tenía un marido, no me importaba, simplemente el no me hacía sentir lo que jihoon, porque simplemente no lo dejaba? esa duda retumbaba en mi cabeza constantemente, creo que era por la adrenalina que eso traía a mi relación con jihoon, talvez era porque sabía que con jihoon todo era un juego, pero realmente no me importaba mientras siguiera viviendo aquel dulce infierno.
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