Había llegado a casa luego de dar un paseo, el lugar lucía un poco diferente… tal vez organizado, no podría decirlo con certeza. Pero estaba segura de algo, mi persona favorita se encontraba alli y eso era bueno.
-¿Donde estabas? Tu casa estaba muy desordenada y me tomé el tiempo de arreglarla- llegue a la sala de estar y lo encontré con un cigarrillo entre los labios; un libro en las piernas y los audífonos conectados al celular- la próxima vez que llegue y se encuentre así habrá consecuencias.
Sonreí y deje mi bolso en el suelo, amaba cuando se veía así y usaba aquel tono conmigo, lo hacia ver muy atractivo y peligroso… casi dominante. Me acerque a el y me detuve justo en frente con los brazos cruzados sobre mi pecho.
-Siwon, está es mi casa, no se de que hablas- suelto una pequeña risa esperando su reacción, se que le disgusta que use aquel tono con el.
-Cuida tu tono- me señala dejando el libro a un lado para evitar que algo le pase.
-¿Por que debería hacerlo?- me acerco y me siento sobre sus piernas con mis rodillas a cada lado de sus piernas para poder tener una mejor visión de sus expresiones.
-¿En serio me lo preguntas?- sonríe de manera ladina y se lleva el cigarrillo a los labios inhalando este para después exhalarlo y hace un ademán para que me acerque- Te gusta hacerme enojar ¿No? Porque sabes que me pongo muy rudo cuando me enojo.
-Por eso me gusta desesperarlo, PROFE-río tomando el cigarrillo y llevándolo a mis labios para probar un poco y soltar el humo en su cara con una sonrisa divertida.
Toma el cigarrillo rápidamente y lo apaga en el cenicero que se encuentra a un lado en la mesa con un poco de brusquedad, para poco después sacar otro de su bolsillo colocandolo entre sus labios, señalandome con su dedo mientras que con la otra mano se quitaba el pelo que le caía sobre su rostro, dándole un aspecto muy atractivo.
-No me llames así, sabes que ya no te doy clase y tampoco tomes mi cigarrillo, detesto cuando haces eso.
Sonrío al notar que enciende el cigarrillo y con una mano lo retira de sus labios, manteniendo estos cerrados mientras que con la otra hace una leve presión sobre mi mandíbula haciendo que casi automáticamente mis labios se separen levemente, el se acerca abriendo los labios, dejando que el humo del cigarrillo se filtre de entre los suyos hacia los míos creando una sensación increíble entre los dos. Creo que no seguiré con mis planes de esta tarde.
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