Miss Discordia

Un mundo seguro

Adrien

Las 6:00 am sonaban en mi reloj,  Gio había llegado a mi oficina unos minutos antes y se preparaba para darme su primer informe.

- te escucho Gio.

- Me temo señor que no tengo buenas noticias.
El señor Yuin jamás ha pisado el lugar donde vivía la señorita Marinette y nadie parece reconocerlo.

- Entonces no son malas noticias, Gio.
Yuin no está relacionado con Marinette.

- pero uno de sus escoltas fue visto en el pueblo el día en qué el incendio de la casa de la señorita ocurrió.
Es posible que sí exista alguna relación sin embargo lo que le vengo a decir es sobre Sabinne Cheng.

- Dime

- Contacté a Tikve kiniba, la
mercenario que mencionó y dijo que en esta semana, 600 mujeres salieron de la zona estatal en la que se encontraba la señora Sabinne.
Específicamente 10 salieron de ese pueblo y 3 coinciden con la descripción de la mujer pero viajaban en un contenedor de carga rumbo a Corea y la carga las aplastó.
Dos fueron reclamadas pero una de ellas no.

- y es posible que...

- Es muy probable.
Esa mujer viajaba con algunas pertenencias, un cepillo, dos brazaletes y un broche de pelo con la forma de una mariposa.
Estas son las fotos de los objetos.

- Si es Sabinne, Marinette podría reconocer alguna de esas cosas.
Bien.
Haz lo posible para que los objetos y restos de la mujer sean enviados al punto más cercano posible.

- Ya está hecho señor.
Llegarán mañana.

- ¿Algo más sobre Yuin?

- Grabé las conversaciones pero... no las entendí, se las dejo en esta memoria.
Los autos del señor Yuin se aproximan ya, así que llegarán en 10 minutos.
Todo está listo para recibirlo.

Inmediatamente puse los audios y escuché un poco de lo que aquel chino decía.
En su mayoría fueron temas de exportación e importación pero hubo algo que no coincidía con los temas de ese día.

- No permitiré que la llegua azul se burle de un Dragon rojo.
Si la encuentran, domenla  hasta que no recuerde su nombre y entregenla a su dueño.

Era obvio que hablaba en clave pero no estaba seguro de si se refiriera a Marinette aún así, mi intuición me decía que no estaba equivocado.

- Miraré bien en las tierras del  oso de ojos verdes. Si la llegua está pastando ahí, quemarè todo.

Para mí, eso fue suficiente para prevenirme así que me puse de pie y preparé mi arma con seis balas.

- Llama al resto de tu equipo, que busquen cualquier detalle en esos contratos que sirva para rechazarlo y que se armen todos los trabajadores, quiero los ojos de todos, sobre nuestros vicitantes.
Que  tres mujeres resguarden a Marinette en su habitación y que nadie entre o salga de ahí hasta la tarde.
Tengo un mal presentimiento.

- ¿Llamo a la policía?

- Tengo 600 hectáreas para encargarme de cualquiera, no creo que la policía sea necesaria.

A lo lejos una carabana con cuatro autos se aproximaban y mis órdenes se realizaron inmediatamente.

No estaba seguro de que era lo que esperaba que pasara ni , si en verdad tenía fundamentos para actuar con la sospecha con la que lo hacía pero, decidí enfocarme en mantener a salvo a Marinette y todo parecía mas coherente desde ése objetivo.