Verdades dolorosas

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Marinette

Habían pasado tres días desde la cena de bienvenida de Luka en la que, después de pedirle a Adrien que me dijera que no me entrometiera en sus asuntos, no volvió a dirigirme la palabra.

Al día siguiente, él parecía evitarme en medida de lo posible y a penas lo vi de lejos , ayer ni siquiera me habló y está madrugada salió sin que nadie lo supiera, salvo yo que lo vi subir a su auto.

Adrien por otro lado, se compadeció de mí, ante el hiriente rechazo de Luka y me incorporó a todas las actividades posibles en las que no requieiera caminar, cosa que... me pareció increíble.
Me gusaba sentirme útil y no solo alguien que llegó a ocupar su espacio y a comer su comida sin mencionar que eso me daba esperanzas de ...
bueno me hacía bien y hoy que me pude poner de pie quise hacer mas por él pero no lo encontré por ningún lado.

Como sea, me dirigí con los demás trabajadores al sonar la primera campana y pude ordeñar, yo solita, una vaca, llenar los botes de leche y comenzar a ser de utilidad un día más.

Me parecía increíble como tanta gente podía depender de una sola persona para su subsistencia y además me admiraba de verlos trabajar sin necesidad de que se les estuviera vigilando.

"supongo que Adrien es un buen líder".

Gracias a la paciencia del rubio había aprendido a preparar un caballo y a subirme en este, dos cosas que me ayudarian a no caminar tanto la siguiente vez que me invitará a sacar a pastar a las vacas pero, hoy el trabajo me tenía varios retos que pondrían a prueba mi valor y mi paciencia.

-¿Lista, china?, grita tan fuerte como puedas

Los hombres del lugar me indicaron cuales eran las actividades de las mujeres al no dejarme entrar con los caballos o las vacas pero las mujeres se encargaron de dejarme en claro que no les gustaba que interviniera en sus actividades pues, después de enseñarme que para recolectar huevos debía entrar al gallinero haciendo tanto ruido como fuera posible, fui perseguida por las gallinas mas salvajes del mundo y terminé callendo al fango quedando con una capa de plumas y lodo en toda mi ropa.

Sus risas y burlas me hicieron sentir lo poco que soy si no está Adrien conmigo pero yo estaba decidida a demostrarles que no necesitaba a nadie a mi lado para que me respetaran.
O quizá si.

- ¿Que le hacen ustedes a esta pobre chica?

Una bella joven de enormes ojos cafe y piel oscura con una abundante melena atada en una coleta, se me acercó y dispersó a las demás mujeres que al escucharla se pusieron a recolectar los huevos de forma correcta. En complemento silencio.

-esas brujas.
Seguro están celosas porque eres muy bonita.

La joven me ayudó a levantarme y me dio un pañuelo para limpiar mi cara y trenzó mi cabello mientras no paraba de hablar.

A pesar de no entenderle, su sonrisa honesta me mostró que no era como las demás y que podía confiar en ella.

- Vamos, aún hay mas que hacer .

Ella junto con otras mujeres recolectoras me mostraron los otros 4 gallineros, como tomar correctamente los huevos y donde debía llevarlos para ser elegidos y empacados.

- Deja a las gallinas un rato, mientras dale de comer a los cerditos de este corral, es mas sencillo y cuando termines, puedes intentar lo de los huevos de nuevo.

A señas la chica me indico otra tarea ante mi casi terror de volver a entrar con las recolectoras al gallinero y fingiendo saber lo que hacia, tomé un balde con comida y me armé de valor.

Miss DiscordiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora