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—... no quiero entrar— Yeji suspiró Justo en la puerta de su casa.

Después de ese arrebato que tuvo con su madre, no se atrevía a mirarla a la cara, solo estaba preocupada por ella.

Inhaló profundamente tomando valor y abrió la puerta de la casa.

—Estoy en casa~

—¡Ah! ¡Hermana!

Y como si estuviera esperándola, Tae se asomó al pasillo, arrojándose sobre ella para abrazarla por la cintura.

Yeji sintió el peso en ella, haciendo que se tambaleara un poco.

—¡Mira esto! ¡Un guante de Béisbol! ¡Me lo dieron hoy! — Tae se despegó de ella solo para levantar su brazo y enseñarle el guante.

—Ehh~ pero si aún no es tu cumpleaños— inquirió tranquilamente mientras dejaba sus botas en el zapatero.

—¡Papá prometió comprármelo si me iba bien en los exámenes! ¡Y logré un 95! ¡Así que mamá me llevó al centro comercial para conseguirlo!

—Oh... bien por ti.

Tae hizo un puchero observando con ojos entrecerrados a su hermana.

—¡Hey~! Velo bien— enfurruñado volvió a abrazarla por la cintura.

—Estoy cansada, dame un respiro— refunfuñó caminando hasta las escaleras mientras arrastraba consigo al chico.

—¡Pero Hermana! ¡Incluso pasamos por la estación del tren cuando veníamos a casa!— soltó tratando de llamar su atención.

—¿Es así? Escuché que hubo un accidente.

—¡Si! Llegamos a casa antes de lo sucedido... ¡Oh! Pero ese chico estaba en el accidente también.

—¿Cuál chico?

Tae aflojó su agarre y miró alrededor, como si fuera algún secreto.

—Mamá me dijo que no te dijera, pero es el chico que solía ser novio de Lía.

Yeji dejó de caminar, y la fuerza con la que estaba sosteniendo a su hermano de los brazos desapareció.

—Hace poco lo escuchamos de papá, parece ser que fue arrollado por un auto— soltó Tae sin tacto, a pesar de que era un niño de 12 años, no pareció sorprenderle la noticia.

—¿...atropellado por un auto...? — la voz de Yeji tembló.

—¡Tae! ¡La cena está lista!

Su madre llamo al chico, sorprendida al ver que Yeji ya había regresado.

—¡Ya voy! ¡Vamos hermana! — inquirió antes de soltarla y tratar de llevarla al comedor del brazo.

—... Ve tu primero — murmuró acariciando su cabeza.

El chico asintió emocionado, pasando de largo a su madre, quien se encontró sola con Yeji en el pasillo.

—Bienvenida, la cena está lis-

—¿...Es cierto lo que pasó?

—¿Eh?

Yeji levantó la mirada para verla a los ojos, olvidando por completo el miedo que sentía por hacerlo.

—Lo escuché de Tae, que Hyunjin estuvo en un accidente ¿es verdad?

La mujer quedó en blanco.

—Ese niño...— murmuró molesta.

—No te enojes con él, Tae no sabe nada sobre Hyunjin y yo, solo me lo contó porque le pareció interesante.

—...tu papá lo escuchó de algunos conocidos, pero no sabemos en qué condición se encuentra...— dijo en voz baja mientras jugueteaba con sus dedos por los nervios— nosotros ya no nos asociamos con su familia, pero si hubiera sido algo serio ya nos habrían contactado... ¿Yeji?

LA MALDICIÓN DE LÍA [2HWANG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora