No – dije demandante por el teléfono – solo has lo que dije. – dije de mala gana al teléfono y colgué.
¿Está todo bien? – pregunto Tony tomando el sol en el camastro que estaba a un lado de mí.
Si – suspiré pesadamente – hubo un problema con uno de los hoteles, no me dejan disfrutar mi luna de miel – dije dramatizando.
Los pondré en contexto, mi madre dejo la empresa y me la heredo a mi básicamente es una cadena de hoteles y cines prestigiosos, y en cuanto a Tony se quedo con el negocio de su padre, una cadena de hospitales con los mejores especialistas.
Sabes necesitas relajarte – dijo Tony – estos últimos meses han sido duros con los negocios.
¿Sabes para que me acaban de hablar? Un cliente metió su cabeza a la fuente de chocolate de hotel y quiere un descuento porque se le metió chocolate al oído – dije y Tony soltó una risa que me hizo reír a mí.
¿Y le diste el descuento? – pregunto atento y yo asentí, lo cual provoco que la riera más.
Después de asolearnos por un rato mas decidimos regresar a la cabaña y ducharnos para ir a cenar a un restaurante.
Tony me estaba abrochando un collar mientras yo admiraba mi vestido corto color balco con un escote no tan pronunciado, me gusta como se ajusta perfectamente a mi cuerpo.
Me puse los tacones y tome una cartera, me termine de arreglar el cabello y ambos salimos directo al restaurante.
Hoy era mi ultima noche en este lindo lugar, ya hiba a concluir la semana de luna de miel y íbamos a regresar a Los Ángeles, regresar al trabajo, a los medios de comunicación, etc. Y es que nuestra boda estuvo en todas las revistas y medios de comunicación.
Entramos al restaurante y nos llevaron a nuestra mesa reservada, después de tomar asiento volteé hacia la puerta y vi como una pareja solo un poco mayor a nosotros hiba entrando junto con dos hijos, un niño y una niña que se veía menor.
Sonreí al ver como la familia entraba bien vestida y se dirija a una mesa.
¿Mamá puedo pedir espagueti? - Pregunto el niño.
Claro – dijo la mamá.
Así nos veremos nosotros en algún momento – dijo Tony entrelazando mi mano que estaba sobre la mesa con la de él.
Lo sé – dije sonriendo mientras me imaginaba a un mini Tony correr por la casa o a una mini yo.
Nuestros hijos serán tan afortunados de tenernos como padres – dijo Tony con egocentrismo.
Tenias que ser leo – replique mientras reía.
¿No estás muy grandecita para creer en la astrología? – pregunto y yo le saque la lengua.
Jamás – dije y ambos reímos.
Al siguiente día Tony y yo armamos las maletas y esperamos el carro privado para que nos lleven a la pista para entrar al jet.
Después de hora y media de viaje legamos a Los Ángeles, llegamos a nuestra casa.
Buenas tardes señorita, bienvenidos. – dijo Roger refiriéndose a mi
Dime TN te lo he dicho cientos de veces – dije con cierta burla en mi voz.
Roger es un chico que tiene casi nuestra edad, es técnicamente nuestro empleado de mas confianza, es como un guardaespaldas.
Lo siento señorita – dijo y luego se dio cuenta de su error – TN – Corrigió y yo reí.
Roger tomo mi maleta y la subió a la habitación, vi en la mesa todos los regalos de la boda aun sin abrir y suspire por todos los agradecimientos que tendría que enviar.
Tomé unas cosas y me despedí de Tony para ir a el edificio central, el edificio central es técnicamente un edificio donde tengo gente que me ayuda a controlar la cadena de hoteles y ahí se encuentra mi oficina.
Hola señorita TN – dijo Rylie mi asistente.
Buenas tardes Rylie – respondí mientras ambas caminábamos a mi oficina.
¿Me permite su saco? – dijo y le di el saco que estaba cargando en mi mano derecha. – recuerda el señor de la fuente de chocolate
Si, ¿qué pasa con él? – pregunte.
Metió una demanda – dijo y yo suspire pesadamente.
Dios mío, quien lo manda a andar metiendo cabezas en las fuentes de chocolate. – me queje.
Dile a regina que se encargue de eso por favor – dije y Rylie asintió y después salió de mi oficina.
Me senté en mi silla para revisar unos papeles y firmar unos contratos, pero mi vista se fue directo a esa foto enmarcada que esta en mi escritorio, la foto de la graduación de la universidad, una sonrisa se formó en mi rostro, Tony traía un traje negro y yo uno vestido rojo largo, las manos de Tony se posaban en mi cintura y ambos teníamos una sonrisa gigante en el rostro.
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Eternidad // Tony Lopez Y TN ~pausada~
Hayran KurguSegundo libro ¿Quién dice que después del matrimonio una relación no puede quebrantarse? ¿Quién dice que los secretos se acaban? ¿Y quién dice que el peligro termina? Después de que TN y Tony dos de las personas mas ricas de Los Ángeles unieran su...