It's Only Love [PJM & JJK] ° 2021

Prólogo

Holis, pasé esta historia de mi otra cuenta a ésta. En la secundaria solo publicaré OS y aquí las historias largas.

- Jimin, mantengamos el contacto después de la graduación... Justo como ahora, por favor. - la mano del joven Jeon se extendió hacia su compañero, para sellar la incipiente promesa en sus labios.

El otro, sin embargo, le observó con expresión vacía.

- Yo he acabado contigo. - sentenció fríamente - Me alegro que por fin vamos a alejarnos.

Los ojos de Jungkook se abrieron exageradamente, y sus falanges descendieron lento, hasta su costado.

¿Por qué Jimin le dedicaba palabras tan duras? No lo podía entender. Supuestamente, las cosas marchaban mejor que nunca, si ellos hasta....

Despertó sobresaltado, sudoroso. Aquel sueño otra vez.

Aparentemente, estaba destinado a recordar al bastardo traidor de Park Jimin, por el resto de su vida; aunque se esforzase en enterrarlo hasta el núcleo terrestre.

Las cosas entre ellos, acabaron en el instituto, cuando bajo la sombra de aquel árbol de cerezos, Park cercenó cruelmente todo lazo afectivo.

Era extraño que apareciera en su subconsciente, a pesar de los años.

Él siguió adelante, superando el mal recuerdo, y construyendo una nueva vida, donde el nombre Park Jimin no figuraba.

Aun así, la sensación de inquietud permanecía, intensa y tangible.

Se incorporó en el colchón, tratando de alejar la desagradable reminiscencia y volver a realidad. El reloj de la mesa de noche, marcaba las 8:00 am.

No había dormido tanto en mucho tiempo. Normalmente su cerebro le dejaba descansar por cuatro o cinco horas diarias.

Estaba obligado a levantarse todas las mañanas a las 7:00 en punto para...

- ¡Mierda! ¡SanHa me va a matar! - debió haber despertado sesenta minutos atrás, y alistarlo todo.

Pero el reloj -biológicamente programado en su cerebro- sufrió una inusual avería.

Como pudo, se puso de pie, ignorando la debilidad que aún recorría sus piernas, y trastabilló hasta el cuarto de baño, para una ducha rápida. Necesitaba deshacerse del sudor, y destensar sus músculos.

No le tomó mucho, en quince minutos ya cerraba la puerta de su habitación, rumbo a la sala, donde un pequeño niño -sentado en el suelo-, miraba aburrido algún dibujo animado.

- ¡Lo siento, SanHa! Prepararé el desayuno ahora mismo. - avisó, pero el chico no pestañeó siquiera. Mantuvo las manos apoyadas sobre la mesita frente a él, sosteniendo entre éstas su cabeza.

Jungkook se ajustó un delantal, ajeno a que había -nuevamente- reciclado el pantalón de pijama, y no calzaba sus pantuflas.

Además, su cabello revuelto lucía desaliñado. Un cuadro deplorable, en verdad.

- Jungkook. - Sanha finalmente salió de su mutismo. - ¿Tuviste alguna pesadilla? Ayer en la noche, tus dientes hacían ruido.

- ¿D-De verdad? Oh, no te preocupes, no fue nada - balbuceó, mientras servía la leche en el vaso preferido del crío. No fue culpa suya, sino de Park Jimin, por aparecer en sus sueños sin autorización.

Dios, incluso en éstos era enervante.

Por el tiempo que demoraron en salir de casa, el niño no paró de preguntarle a Jungkook, la causa de su tormentoso sueño: si tenía dolor de muelas, o algo que lo justificase.

Y Jeon, solo pudo formular patéticas excusas, intentando inútilmente, desviar la conversación hacia cualquier otro tema.

SanHa era testarudo, igual que su madre, y siempre hallaba una forma de retomar la cuestión inicial.

- Jungkook, creo que deberías ir al dentista, no es normal que... - el niño se interrumpió, al divisar -a unos pasos- a su compañera de clases, Haneul. Un hombre en traje formal, le tomaba gentilmente de la mano. - ¡Neul! - SanHa saludó, ondeando su mano, y llamó la atención de Jeon hacia el dúo.

Sin embargo, el mayor se arrepintió al instante. Una simple ojeada en aquella dirección, le convenció, que ése no era -en efecto- su día.

¿Acaso la indeseada pesadilla de la noche anterior, devino en premonición?

¿O todavía estaba dormido, y éste era uno de esos sueños vívidos, que parecen más reales que ficticios?

Porque el hombre escoltando a la amiga de SanHa, guardaba irreal similitud con el Jimin que una vez conoció. Ahora en una versión completamente adulta.

El mismo porte altivo, labios gruesos, nariz recta, la mirada penetrante y desestabilizadora, más aún, cuando albergaba esa intimidante seriedad.

Jungkook tragó saliva, estático ante la imponente presencia, pero se sobrepuso casi al instante.

No podía permitir que -a pesar de todo- Park albergase el poder de cohibirlo, con un atisbo de sus ojos oscuros.

Éste era el momento, de probar lo mucho que había crecido como persona, y lo superada que tenía su abrupta separación.

¿Qué les pareció?