Capítulo 6

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— Oh, buenos días. — la voz de Yoongi contenía sorpresa, y cierta curiosidad. Frente a él, un hombre de su estatura, cabello negro, ceño fruncido y ropa casual –camisa y jeans–, lo observaba con cara de pocos amigos. — No sabía que Jungkook tendría compañía.

— Y-Yoongi hyung... — Jeon, de pie a un lado del extraño, le saludó, exudando reserva e incapaz de verle a los ojos. — ¿Q-Que te trae por aquí?

— ¡Tío Yoon! — Sanha se escabulló de los brazos de su padre, y corrió hacia Min, abrazándose al pantalón de su conjunto marrón. Le miró emocionado; sus manos apresaron las rodillas ajenas y un brillo acuoso desbordó sus ojos almendrados. — ¡Te extrañé!

— No más que yo a ti. Eso puedo asegurarlo. — Yoongi le tomó por las axilas, levantándolo del suelo con facilidad. Sus facciones, perdieron ese perenne toque adusto. — Cada vez estás más grande, y pesado.

— Dentro de poco voy a alcanzarte. Soy el más alto de mi salón. — el pequeño le dedicó una inmensa sonrisa, que Yoongi imitó, de forma sutil. Pero un carraspeo –nada disimulado– captó su atención.

— Disculpe, olvidé presentarme: soy Min Yoongi, tío de este pequeño diablito. — explicó, tras una corta reverencia de cabeza.

— Park Jimin, un... antiguo amigo de Jungkook. — el bufido que acompañó las palabras, no pasó desapercibido para el recién llegado. Sus ojos gatunos buscaron al autor, encontrando a Jeon de brazos cruzados, lanzándole una mirada asesina a Park.

— Vaya, conque eres el famoso Jimin... — y él, no perdería oportunidad para avergonzar al otro. — Jungkook no ha parado de mencionarte, estos últimos días.

— ¿Es así?

— ¡Yoongi hyung!

Pregunta y exclamación fueron articuladas al mismo tiempo, matizadas de emociones ciertamente contrastantes.

— Es verdad. Ayer... Jungkook habló dormido, y dijo el nombre del señor Park, yo lo escuché. — Sanha soltó la información como si nada, completamente ignorante, a la debacle que había empezado.

Los orbes de Jungkook, amenazaron saltar de su cavidad; Yoongi se tensó imperceptiblemente, y Jimin giró el cuello, con una sonrisa mordaz para regalarle a Jeon.

— E-Eso... no es... — sin embargo, ¿qué podría argumentar en contra? Sanha probablemente decía la verdad.

El niño aprendió –cortesía de su
tío– a ser honesto, y sagaz. Regañarlo, tampoco parecía una buena idea.  Técnicamente, no había incumplido ninguna regla.

Y resultaría confuso para su hijo, si le llamaba la atención por... exponer la realidad.

>> ¿Por qué sigues entrando a mi cuarto sin avisar?

La credibilidad del reclamo, quedó –no obstante– en tela de juicio.

— Quería un poco de chocolate caliente, pero no pude despertarte. — el niño se encogió de hombros, y Jungkook puso los ojos en blanco. Que fuera a contarle ese cuento a otro. No en vano, Jeon era dueño del espermatozoide, que lo puso en éste mundo.

— Entonces, si cuento los snickers que guardo en el closet, no faltará ninguno, ¿cierto? — entrecerró los párpados con tono acusador, y su hijo juntó las cejas.

— Uhm, no lo sé. Tal vez te dio hambre después de hablar dormido, y te los comiste. — ¿En serio?

La risilla amortiguada de Hanuel, cuya cabecita, asomaba tras las piernas de Park, contagió al pequeño.

Incluso Yoongi, aún atento a los movimientos de Jimin, relajó un ápice sus músculos faciales.

— Y por alguna inexplicable razón, dejé los envoltorios en el suelo bajo tu cama. Apuesto que si voy ahora, encontraré unos cuantos.

It's Only Love [PJM & JJK] ° 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora