It's Only Love [PJM & JJK] ° 2021

Capítulo 11

Hola. Si, aparecí de nuevo 😅. Me esta encantado volver a escribir sobre este Jeon gritón y quejumbroso. Espero que les guste.

En el trayecto, sin embargo, no intercambiaron palabra. Jimin mantuvo los ojos en la carretera, y Jungkook, se limitó a arrojarle miradas disimuladas, mientas el auto dejaba atrás las calles comerciales.

No era realmente lejos. Jeon tomaba el consabido atajo todos los días, para acortar aún más la distancia. Pero ahora, en una situación tan delicada, agradeció el gesto de Park.

Si tan solo no fuese orgulloso y testarudo, podría hacer audible su sentir, sin esa sensación de derrota en las entrañas.

No obstante, su indecisión no cambió el resultado, y diez minutos después, estacionaron frente a la escuela.

Aún no era hora de salida, y el portón estaba desierto. Sólo un guarda de seguridad, se asomó a echarles una ojeada.

— Dejaré el auto en el parking de la esquina. — Park fue quien rompió ese cortante mutismo. Jungkook asintió, incapaz de indagar al respecto. El otro no tenía intención de dejarle solo en esto. Su compromiso, evidente.

— Yo... Entraré ahora. — se las arregló para decir, tragando el nudo en su garganta. Por primera vez, la soledad no fungió de compañía habitual, sino otro ser humano. Y si, Park no figuraba en su lista de favoritos, pero tampoco estaba en posición de ser selectivo.

Además, la experiencia, lejos de incomodarlo, le agradó.

>> Jimin... — ya con su mano en la manija, se volvió hacia él. Y encontró dos ojos interrogantes. — Gracias por traerme.

— Ni lo menciones. Era lo menos que podía hacer. — típico de ese idiota descarado. Su especialidad era el encanto, y la hechicería. Parecía conquistar a todos con su mirada electrizante y cordialidad a raudales. Sólo que ahora, y conociendo el modus operandis, Jungkook cayó también. — Ve. Te alcanzo en un minuto.

— De acuerdo. — Demonios. Y ahora, ¿de dónde sacaría razones para odiarlo?

Jungkook abandonó el auto, mucho más confuso que antes. Pero se enfocó en resolver el dilema inmediato: la pelea de su hijo.

El guardia le dejó pasar, al reconocerlo. O quizás informado de su presunto arribo.

Jeon conocía el camino, gracias a las múltiples reuniones y eventos escolares. Lo que no esperó, fue hallar otras cinco madres, además de la implicada.

— Buenas tardes. — su saludo esquivó caras largas y orbes petulantes. Excepto la profesora, que sostenía la mano de su hijo, el resto le miró como si pudiera contagiarles una enfermedad incurable.

Jungkook juntó sus cejas, bastante descolocado. No esperaba una bienvenida de ensueño, pero esta actitud era excesiva.

— Buenas, señor Jeon. — la señorita Chae, esbozó una sonrisa algo forzada.