— P-Pero... ¿Qué diablos haces aquí? — por supuesto, Jungkook escogió la tercera opción.
Aunque su voz falló un poco al inicio, se las arregló para rescatar la expresión más irritada de su arsenal.
— Uh... Quedamos en que podría pasarme. Estoy cumpliendo mi parte. — Jimin replicó con simpleza, y Jeon quiso lanzarle una de las tazas en la bandeja.
<<Este idiota, ¿acaso tiene pérdida de memoria, o qué? Estúpido. Maldito JiminMort. >>
— Que extraño. — Jeon le devolvió una mirada venenosa. — Recuerdo haberte dicho que no te quería cerca.
— ¿De veras? — la boca de Park se torció en un mohín reflexivo. — No fue lo que pareció: me prohibiste ir a tu casa, o hablarte en la escuela de los chicos. Pero hoy, soy un cliente más, en busca de una taza de café cargado. ¿Vas a correrme solo porque sí?
— Aish... El veto también incluía este lugar, o cualquiera que yo frecuente. — estalló el castaño. Sus ojos de ciervo, se entrecerraron. ¿Acaso Park podía ser más cínico?
— En ese caso, no es mi culpa que seas tan vago con las palabras. Deberías dar órdenes precisas e inclusivas. — el recién llegado se encogió de hombros, antes de caminar directo a la barra y tomar asiento a un lado del dúo de amigos, que le miraban perplejos.
No era común ver a Jungkook perder los papeles, y desechar la fachada de anfitrión semi-amable.
¿Quién podría ser ese hombre trajeado?
>> Entonces, ¿vas a servirme o te quedarás mirando? Por más que me agrade tu atención, no tengo todo el día.
Dios, cuanto odiaba a Park Jimin. Era tan... creído, prepotente y lleno de sí mismo que le ponía los pelos de punta.
¿Extrañarlo? Ni muerto. Aquello fue un malentendido de su cerebro. Un desliz que nunca más iba a repetirse. Estaba seguro de ello.
Jimin era una amenaza pública, y más reincidente que cualquier plaga de langostas en plena cosecha.
— Bien, pero lo tomas y te largas. — masculló, dándole la espalda para preparar su orden.
— ¿Por qué tan arisco, Jeon? Vas a espantar al resto de tu clientela con ese trato despótico. Y eso que somos viejos amigos... — Argh... Park estaba cruzando la línea. Y la paciencia de Jungkook pendía ahora, de un finísimo hilo transparente.
— ¿Amigos? — no obstante, antes de poder refutar la declaración, Sunho habló. — ¿En serio? — preguntó incrédulo, ganándose un asentimiento por parte de Park. — Vaya, es la primera vez que vemos uno, ¿cierto, Hanbyul?
El anciano movió la cabeza afirmativamente, señalando la espalda crispada de Jungkook.
— Jungkook no suele hablar de esa parte de su vida. — explicó, ante la mirada expectante de Jimin. — Y... con ese carácter tan hosco, pensamos que nadie le aguantaría lo suficiente, para considerarlo cercano.
— Pero, ¿qué... - Jeon giró el cuello, lanzándole un rápido atisbo asesino al dueño del puesto. — Mi carácter no tiene nada de malo. Y soy perfectamente capaz de conseguir amigos. — gruñó molesto, mientras comprimía los granos de café.
— No has cambiado ni un poco desde la preparatoria. — un escalofrío recorrió su columna, al escuchar el tono burlón de Jimin.
A ese paso y con el exceso de fuerza aplicada sobre el mango, iba a desintegrar los pobres granos, en lugar de apisonarlos.
— Espera, ¿se conocen hace tanto? — Hanbyul se llevó una mano a la boca, y golpeó con la otra el hombro del hombre menor.
— ¿Y cómo era Jungkook en ese entonces? ¿Igual de cascarrabias que ahora, o medianamente tolerable? — Park sonrió leve. Obviamente, la relación entre Jeon y los ancianos, era dinámica y desenfadada. Ellos –al parecer– amaban sacarlo de sus casillas, y él caía cada vez, dejando que su temperamento explosivo sacara lo peor de sí.
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It's Only Love [PJM & JJK] ° 2021
FanficJeon Jungkook es un trabajador padre soltero. Trata con todas sus fuerzas, de proveer un buen futuro para su pequeño Sanha, y borrar algunos recuerdos, que le marcaron dolorosamente. Como cuando su amigo de la infancia, Park Jimin, terminó su relac...