It's Only Love [PJM & JJK] ° 2021

Capítulo 7

Inesperadamente, y a pesar del ligero inconveniente llamado Jimin, fue una tarde agradable, en la escala Jeon.

Menos que extraordinaria, pero más que caótica. Min se quedó con ellos hasta después de la cena.

Él y Sanha, se entretuvieron a golpe de pinceladas multicolores al pequeño soldadito de madera.

Yoongi demostró un pulso envidiable, a la hora de delimitar contornos y apegarse a las líneas discontinuas que servían como guía, bajo la orgullosa mirada del niño.

Y Jungkook, se entretuvo preparándoles de comer, con un ojo sobre el familiar dúo, y la boca llena de inconformes murmuraciones.

Al final, el infame brócoli, fue descartado del menú. Jungkook tampoco era fan de su sabor.

Ahora, mientras Sanha dormitaba cómodamente en el sofá, Jeon acompañó a Min a la puerta principal.

— ¿Estás seguro que no puedes quedarte? — inquirió, alicaído. — Sanha y yo dormimos juntos, y tú tomas su habitación. Le hará muchísima ilusión verte en la mañana.

Su hijo, pasaba bastante tiempo esperando las visitas del hombre, y luchaba incluso contra el sueño, para disfrutar de más tiempo a su lado. Estaba seguro que se sentiría inmensamente feliz, si Min les acompañara al despertar.

— Nada me gustaría más. — Yoongi se escuchó pesaroso. Él también anhelaba esos momentos en familia, pero su mundo abría las puertas de noche, y debía estar allí –en primera fila– para monitorear el flujo. Además, espaciaba sus apariciones en la residencia Jeon, a conciencia. No quería exponerles de más. Bastante tenía Jungkook, con trabajar en uno de sus establecimientos. Aún cuando se encargara minuciosamente de protegerlos, las cosas podrían descontrolarse en cualquier momento. — Pero tengo una reunión más tarde.

Tres días atrás, la familia de alguien próximo fue asesinada, en un ajuste de cuentas. De solo imaginar que algo así pudiese sucederle a los suyos... Seúl ardería en llamas.

Una puñalada imaginaria atravesó su pecho. Jungkook y Sanha eran lo más importante, lo único que valía la pena en su miserable existencia.

— Oh... entiendo. — el optimismo de Jeon decayó un poco, perdiendo parte de esa luz inherente que tanto gustaba ver.

Y lo supo: el pedido de permanencia, no fue simplemente por su sobrino.

Quizás él también precisaba compañía. Exceptuando la novel aparición de Park, no le conocía otros allegados. Estaba completamente solo.

— No te preocupes. — una de sus manos, viajó al hombro ajeno, apretándolo confortablemente. Jungkook trasladó la mirada, desde el área de contacto hasta sus orbes aterciopelados, esbozando una sonrisa insegura. Y Min quiso golpearse por desencadenar esa reacción. Sin embargo, no podía retroceder. — Vendré a visitarle pronto.

La vida no era un camino de rosas, especialmente la suya. Y debía renunciar a sus deseos egoístas, por un bien mayor.

— Voy a tomarte la palabra. —bromeó el menor, más repuesto. Un mechón de cabello castaño se corrió sobre sus ojos. Y Min debió reprimir el instinto de apartarlo.

En cambio, retiró sus falanges de la clavícula de Jeon, advirtiendo el suave cosquilleo que recorrió su palma.

— No esperaba menos. Sanha me repitió hasta el cansancio, que quería ir a la inauguración del nuevo parque acuático. Es la excusa perfecta para no desaparecer. — le guiñó un ojo, y Jungkook puso los suyos en blanco.

— ¿En serio lo hizo? ¿Y accediste? — cuestionó, obteniendo una afirmación. — Yoon... — la advertencia en su voz, borró toda la diversión ajena.