Ser Tu Alfa, Otra Vez - Jenlisa

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Lisa corría con lo que sus largas piernas lo permitieran, una ve más empujando a las personas cercanas llevándose quejas. Lo que más le importaba ahora era seguir el rastro de su alfa, pero temió al ver que entraban a el bosque de estrellas.

Pasaba unos cuantos árboles, cuando sintió un ligero corte en su brazo, no se quejo, siguiendo a su alfa a una parte que estaba librada de árboles.

Lisa P.O.V

—Alfa – le dije despacio, llegando a lo que sería su lugar de entrenamiento.

—¿Qué? – respondió seca, lo que hizo que casi soltara algunas lágrimas, también sintiendo mi brazo izquierdo sangrar débilmente, manchando mi pijama.

—Ouch – mi pequeña queja trajo la completa atención de mi alfa, quien rompe un pedazo de su remera para envolverla alrededor de mi brazo lastimado.

Al tenerla cerca una vez más no pude evitar acercar mi boca en un beso, el cual ella respondió con gusto.

—Puedes empeorar la herida — me dice en medio del beso. —Dejame llevarte de vuelta – mi alfa dice, tomandome en sus brazos para empezar a correr por el bosque.

Me resultaba un poco divertido que ella fuera de altura menor a la mía, pero de todas formas disfrute el que me llevara en sus brazos, río respirando profundamente el olor de su cuerpo. Olía a madera y café.

Me acomodé en su cuello, dejando que ella me cuidara.

A la mitad del camino la lluvia empezaba a mojar cada ves más mi pijama, haciendo que tiemble ligeramente en los brazos de la castaña. Ella lo nota rápidamente, dejándome debajo de un gran árbol y sacando su gruesa campera que es impermeable, la cual había tomado antes de salir de la habitación.

La coloca en mi cuerpo, abrochándola, colocando de igual forma la capucha, para después tomarme una vez más y seguir en el camino. Sentí mi sonrojo subir al igual que el calor de su campera en mi cuerpo.

—Gracias – le dije tímidamente.

—De nada – me dice, dejando un ligero beso en mi frente. —Soy Jennie – me informa.

—Yo soy- –

—Lalisa Manoban – me interrumpe, volviendo a su modo seria.

Después de eso no hablamos, manteniendo un tranquilo pero incómodo silencio. Me estaba moviendo un poco incómoda, hasta ver como ingresamos al hospital una vez más. Ella entra a una habitación después de hablar con una de las enfermeras allí, saca la campera de mi cuerpo con cuidado.

Puedo ver su preocupación en todo su rostro mientras saca unas gasas para mi brazo, yo sonrió dejando que mi alfa me cuide.

Envuelve con suavidad las vendas, evitando que el dolor se extienda. Después de eso se siente a un lado en la silla cercana, subiendo mi cuerpo a su regazo, revisando mi cuerpo en busca de algún otro daño, revisa mi rostro, después mi otro brazos, hasta levanta mi pijama para ver mi estómago. Yo la dejaba, feliz de sentir sus caricias en todo mi cuerpo.

Olfatea mi cuello en busca de tranquilidad y yo empiezo a acariciar su cabello lentamente. Todo esta tranquilo hasta que siento su mirada en la mía y al levantar mis ojos contra los suyos, distingo la gran tristeza que hay en los mismo.

—Perdón – me dice, escondiendo su cabeza en mi cuello, besando ahí mismo. —Te puse en peligro allí –

Jennie pone su frente contra la mía, pasando sus brazos por encima de mi cintura, con sumo cuidado para no dañar mi brazo.