Ser Tu Alfa, Otra Vez - Jenlisa

─※ ·4· ※─

Jennie P.O.V

Un gran estruendo nos alarmó a mi y a Lisa. Nos levantamos rápidamente del césped.

Vi como su cuerpo se doblaba del cansancio. Ante eso decidí cargarla una vez más, esta vez en mi espalda.

Por el camino se sentían más estruendos en el pueblo. Eran un tipo de explosiones o armas. Eso me alertó al máximo. Corrí hasta donde se que se encontrarían mis primos y seguramente mi abuela.

Llegando, al la cabaña donde se daban o vendían los productos primarios del pueblo, abro rápidamente, dejando a Lisa bajar.

—¡Abuela! – grito, intentado ver si están por aquí.

—Jennie – Irene sale rápidamente. —Necesitamos irnos ya, nos están llamando a todos los alfas –

Yo me quede en mi lugar, preguntándome si estaba escuchando bien.

—¿Por qué a mi? La guardia siempre me decía que no servía allí – le pregunto, sin emoción.

—La Reina Roseanne solicita a TODOS los alfas en la entrada del pueblo – Mino me dice, saliendo por la puerta, seguido de Irene.

No quiero hacer esperar a la Reina, pero tampoco me puedo separar de Lisa en este momento, lo pienso, decidiendo que mejor los seguían.

—Vuelvo en unos momentos – le digo a Lisa, besando una vez más la roja marca en su hombro. —Mi abuela te dará algo para calmar el dolor – le informo, dejando un beso en sus labios.

Ella solo asiente con tristeza, y aunque me duela, decido seguir a mis primos, atravesando el desértico pueblo hasta la entrada.

Al parecer todos se enteraron de la llegada de la Reina y decidieron esconderse.

Este día el cielo se mantenía templado. Mis primos corriendo prácticamente, mientras yo los seguía por detrás.

Al llegar había una grande fila llena de alfas, todos mirando al frente por la presencia de la Reina, quien nos miraba con una sonrisa.

—Gracias por venir – ella habla fuertemente para que todos escucharan. —Lamento mucho llegar de esa forma, solo quería comprobar algo –

Mientras habla, pasa alrededor de toda la fila, mirando fijamente a cada alfa a su disposición. Siento mi cuerpo temblar mientras ella se acerca. Y sorprendentemente se detiene adelante mío. Abre sus ojos en sorpresa.

—¡Jisoo, mira! – ella llama.

Una chica castaña oscuro entra a la escena, tiene un vestido como el de la Reina. Después de mirarme por unos segundos más, ellas asienten. Caminan hacia los guardias para después desaparecer entre los mismos.

Yo me mantengo en mi lugar a pesar de escuchar a los guardias que ya nos podemos ir. ¿Por qué me miraron así?

Pero esos pensamientos se esfuman al sentir mi vínculo tirar de mi pecho, pasando rápidamente a Mino e Irene que van en la misma dirección.

Al llegar Lisa estaba haciendo prácticamente lo mismo, salio de la casa para abrazarse fuertemente a mi.

Sentí las lágrimas bajar por mi cuello, yo la sostuve en mis manos, acariciándola y sintiéndome se lo peor al hacerla llorar una vez más.

Siempre he pensado que no sirvo para ser alfa, comenzando por el hecho se que no puedo transformarme...no completamente...

Siempre he tenido problemas conmigo misma. Desde los once años empecé con las estúpidas enfermedades, la gente me rechazo de todos lados al ver que no podía transformarme. Pase casi toda mi visa entrenando para demostrarles, supongo que no sirvió de mucho, considerando que ni siquiera puedo hacer a mi omega feliz.