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— Por favor... ¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? — Jennie arrastraba de forma distraída sus manos a través de mis hombros.

Sus lágrimas habían parado hace rato, pero la forma rota en la que estaba no me consolaba de todas formas.

Había pasado más de treinta minutos en los que yo y ella nos arrastramos al suelo. Tenía sus manos clavadas en mi y respiraba entrecortadamente repitiendo la misma pregunta.

Creo que si sigue así le dará un ataque de pánico.

Con eso en mente, empecé a acariciar sus mejillas y hablarle suavemente.

Los gritos entrecortados pasaron a pequeños susurros y su agarre disminuyo.

Podía sentir mi propio cuerpo calmarse cuando Jennie lo hizo, eso es gracias a la marca.

Finalmente pude calmarla totalmente, ella aún mantenía su cara enterrada en mi hombro y sus piernas alrededor de mi cintura mientras ambas estábamos en el suelo del hotel, en una esquina cerca de la puerta del baño.

Cuando menos lo esperaba la puerta sonó con dos pequeños toques. Lo ignoré, incapaz de alejarme de Jennie en este momento.

— ¿Señorita Jennie, señorita Lisa? — una voz sonó desde afuera.

— A-am ¿S-si? — me aclaré la garganta con algo de dificultad, sosteniendo en mis manos el cuerpo inconsciente de Jennie.

— La reina y la señorita Jisoo se reunirán en unas tres horas con ustedes, me dijeron que la reunión será en primeras horas de la mañana —

— O-oh, está bien. Muchas..muchas gracias por la información —

Los pasos resonaron en el largo pasillo, informando que el guardia se había ido.

Me arrastre completamente contra la pared, sosteniendo fuertemente el cuerpo de Jennie mientras dejaba caer lentamente las lágrimas calientes por mis mejillas.

La oscuridad inundaba la habitación mientras intentaba regular mi respiración y tragar mi llanto, lo último que quería era despertar a Jennie.

Mis pensamientos se interrumpieron cuando Jennie empezó a revolverse contra mí y lo único que pude hacer fue abrazarla intentando transmitir algo de calor a sus fríos brazos desnudos.

Mi llanto finalmente se detuvo. Pegué mi frente contra la de Jennie por unos minutos mientras sentía que todo se calmaba dentro de mí.

Si pasaba un segundo más allí terminaría por romper mis piernas. Decidí arrastrar a Jennie hasta la cama y situarme a su lado bajo las sabanas.

Su rostro lucía totalmente sereno y tranquilo, totalmente contrario a lo que ella sentía por dentro.

Lo que más me dolía era que yo fui causante de gran parte de su sufrimiento.

Todo fue solo un maldito malentendido y aún sentía el remordimiento comerme cada vez que veía a Jennie sonreír, yo le arrebate la felicidad por mucho tiempo al igual que me arrebate la mía.

Sus padres decidieron arrebatarle la felicidad cuando nació y yo lo empeore.

Intente dejar de eso, de verdad lo intente, pero todo lo que logré fue descansar unos minutos antes de que un guardia nos llamara para reunirnos con la reina nuevamente.

Aún no estaba segura si reunirnos hoy seria una buena idea, considerando el estado en el que Jennie podría encontrarse al despertar.

Me sentía inútil, no pude ayudar a mi mamá y ahora Jennie sufre nuevamente y colateralmente por cosas que yo hice también.

Ser Tu Alfa, Otra Vez - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora