Mire mi departamento con un poco de amargura, tenía mucho polvo y lo había dejado completamente desordenado.
-Eres un poco dejada hija-Me habló mi madre.
La observe por un segundo y suspiré, no tenía sentido negar lo que era verdad. Había regresado a Londres a ver a mis padres, organizar un poco mi vida, preparar el departamento para los días que Elena iba a quedarse y luego, tal vez me iría de nuevo.
-Podríamos pasar las fiestas aquí, el año pasado fue en el departamento de Lena-Comentó mi mamá-Seguro tu padre buscará agregarle un toque más navideño. Luces, un pino, un pequeño santa con su reno... lo clásico.
Recordé las clásicas navidades que pasé con mi familia. Papá tomando un poco de uno de los tragos que inventaba mi tío, que eran tan fuertes como para dormir un caballo. Los cuchicheos en la cocina entre mi mamá y sus primas, contándose todo lo que había pasado con mis demás familiares con los que casi no tenía relación. A mi abuelo disfrazado de Santa, dándome mis regalos.
-Sería realmente lindo volver a lo clásico.- Conteste.
-¿Segura?
Iba a preguntarle a qué se refería cuando interpreté sus palabras, todos los 25 de Diciembre eran una fecha que yo siempre -o casi siempre- pasaba con Niall. Una pequeña punzada atravesó mi corazón.
-Ya te dije que no quiero ni escuchar como es mencionado ni indirectamente. No quiero saber nada de él. Ya no es mi amigo, ni nada en mi vida.
La molestia era claramente notable en voz, esta era la primera vez que detestaba a Horan con casi toda la fibra de mi ser. El dolor había mutado a enojo, cada vez que lo escuchaba en la radio la apagaba casi a golpes, si su imagen salía en los diarios o revistas, rayaba su cara y si era nombrado en alguna conversación familiar, de la forma más "pacífica" abandonaba la sala.
Sentía que me comportaba como una niña, pero a la vez no. Las únicas emociones que conocia estando alrededor de Niall era amor y dolor, así que la ira era algo completamente nuevo que no me desagrada del todo, ademas segun mi hermana, era una emoción que uno experimentaba cuando le rompen el corazón, algunas veces acompañada también por el odio, no hacia esa persona -o si- sino a lo que te hizo experimentar, a ese dolor que desgarra de pies a cabeza y te deja indefenso. Yo no podía sentir odio hacia él, me resultaba imposible, pero tampoco podía descartarlo, mis emociones estaban completamente alteradas desde hace tres meses, donde las liberé por ya no poder contarlas.
-Yo creo que deberían de hablar, aclarar las cosas. Es triste ver que todo termino asi-Mire a mi madre con el ceño fruncido.
-Niall me ha roto el corazón desde que tenemos 15 años. Sabe que estoy enamorada de él desde el 2014, y aun asi me llevo a la cama. Jugo con mis sentimientos. Si las cosas terminaron así, es por su culpa, yo no tengo nada de qué hablar con él.
-Roma...
-Espero que no vinieras a intentar convencerme de hacer algo que no quiero mamá, espero que realmente estés aquí porque deseas ayudarme a ordenar todo para navidad.
-No hablare mas de eso, lo prometo, ahora ya puedes cambiar esa cara de perro malo jovencita.
Relaje mi actitud, no había notado el cambio de esta y tampoco me gusto la forma en la que le hable a mi madre, yo no era así. Estupido corazon roto, me hace volátil.
-Perdon, no queria hablarte asi... es que aquí todo duele-Le dije mientras llevaba mi mano a mi pecho.
-Oh mi niña, yo se cuanto duele un corazón roto y se que hay veces que el dolor puede aliviarse hablando, no te digo con él, pero con alguien que te quiere, resulta ser algo muy agradable.
Mi madre me tenía envuelta entre sus brazos, y se sintió agradable sentir el amor de ella. Sin notarlo comencé a llorar, no era algo escandaloso como cuando aparecí en el departamento de Elena, sino que las lágrimas caían por si solas, me recordó a cuando tenía 15 años y sufrí mi primer corazón roto por ver a el irlandes besarse con la chica bonita del curso.
Las dos veces me había auto engañado diciéndome que mi mamá no había notado las lágrimas, pero era una tonta mentira, su hombro quedó -en las dos situaciones- completamente mojado por estas, y aun así fingió no notarlo. Ella comprendía tan bien como yo el sentimiento de desagrado por ser vista llorando.
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El departamento quedó impecable, mejor de lo que yo lo tenía antes, y extrañé un poco de vivir con mi padres hasta que recordé que mi habitación había pasado a ser una mini sala de cine y que el cuarto de Lena era el de invitados y el de planchado.
Fui hasta el super más cercano para comprar algunas cosas para hacerme de comer, y de paso recorrer las calles londinenses que me sabía de memoria. Una vez en el super, compre unos fideos, queso, tomate y una lata de atún.
Todo seguía igual, lo que para ser una ciudad tan concurrida era algo llamativo.
Hice mi cena sin ganas, como todo lo demás que hacía en el último tiempo. Como otras veces había caído en un pozo de tristeza, seguramente en el próximo mes se me pasaría y volvería a ser yo, la chica sonriente que guarda sus emociones y finge no tener un corazón roto.
Tomé mi teléfono y revisé mis redes sociales, le di me gusta a unas cuantas fotos y comente otras. Mis ojos se posaron en la historia de Julio, en ella se veía un montón de libros y unas cuantas figuras de acción, además de una taza con forma del martillo de Thor; junto a la frase "Pequeñas cosas que me hacen feliz", sonreí un poco y me debatí en mandarle un mensaje o no.
-No seas idiota Roma, el esta en la otra punta del mundo, con sus problemas y ¿le quieres sumar mas? Es tu ex, no tiene porque saber tus dramas de desamor.
Me auto regañe en voz alta, y segui pasando las historias. No tenía sentido contarle lo que me estaba pasando.
Dejé el celular sobre la mesa y me dirigí a mi habitación, me tiré sobre la cama y me dispuse a mirar al techo. Era la primera vez en mucho tiempo que estaba completamente sola, y me desagrada enormemente. Los pensamientos se arremolinan en mi cabeza y afligen mi corazón, la mayoría de ellos diciéndome cuan estupida e ilusa era.
Gire la cabeza y observé el gran cuadro con todos los pases VIP que había adquirido gracias a los chicos, junto a las entradas y fotos conmemorativas. Esas eran cosas que me encantaba coleccionar, en una de esas fotos, se notaba a Niall abrazándome después de su primer concierto con la banda en el Tour Up All Night.
-Eres un destructor de corazones Horan, has roto millones de ellos pero principalmente has convertido en trizas al mio.
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Hola! Espero que les gustara el capitulo.
Besoss!
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FRIENDS - NH
FanfictionEl amor es un sentimiento precioso, que llena el alma. Es fácil amar a tu familia y es mucho más fácil amar a tu perro. También es fácil enamorarse, es casi imposible de evitar, siempre te terminas enamorando de alguien ¿lo difícil? enamorarse de al...