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Niall

No sé qué hora es pero sé que es tarde, y todavía estoy en el bar. Mis ojos no se han apartado de Roma en un buen rato, está sentada en la barra y se ríe de cualquier cosa. El lugar está lleno pero solo quedamos nosotros, los demás ya se han ido a su respectiva habitación, y se que deberíamos de hacer lo mismo. Miré a Mark, quien estaba sentado y su cabeza se balanceaba ligeramente, el pobre se había quedado porque alguien debía velar por mi seguridad.

Me acerque a paso lento hasta mi amiga, cuando llegue a su lado me percaté de que tenía un vaso con un trago azul en sus manos. Sus ojos brillaron al verme, o tal vez ya los tenía brillantes por el alcohol. Chillo mi nombre y luego se rió, era como ver una niña.

Le pregunté al barman que había tomado, y él me señaló varios vasos, a eso tenía que sumarle los que había tomado junto a todos nosotros. Mierda, Roma estaba borrachísima.

-¿Qué es eso?- Señale el vaso que ella tenía en sus manos.

-Es un trago, se llama Blue Beach -Le costó horrores decir playa. Ahora se reía como una niña diabólica- ¿Alguna vez has visto una playa azul?- Negué.

Ella decía algo pero no le entendía mucho. Le quite el vaso y le di una probada. El vodka puro quemó mi boca y Roma lo pasa como si fuera agua.

-Creo que es hora de que nos vayamos- Ella hizo un puchero- Nos tenemos que levantar temprano, y tu estas muy alcoholizada. Lo hago por tu bien.

-Siempre eres muy atento, por eso te quiero. Eres el mejor- Roma tocó la punta de mi nariz al decir esto.

Mark apareció a mi lado, y se ofreció a cargarla, pero considere que tal vez eso no sería lo más apropiado, ella podría vomitarle encima. Entre los dos la ayudamos a caminar, mi querida amiga no dejaba de reírse ni de decir incoherencias.

-Gracias al cielo decidiste levantarte y sacarla de ahí, ya estaba por hacerlo yo- Mark podría haber estado durmiendo como los demás pero yo había decidido quedarme cuidando a Roma y pensando todo lo que me dijo su hermana, hasta que me di cuenta de que hora era.

-Si quieres puedes irte a dormir, ya estamos casi en su habitación. La dejo ahi e iré a la mía.

-Me pagan para estar pegado a ti como una lapa, te pasa algo y mi cabeza rueda.

Una vez en la puerta de la habitación de las hermanas Amato, Roma intentaba pasar la tarjeta por la puerta pero no lo lograba, y solo se reía, demasiado fuerte y no quería que nos echaran del hotel la última noche. Tome su mano y pase la tarjeta de la manera correspondiente, la puerta se abrió ligeramente.

Ni en un millón de años me esperaría que Roma me besara, fue algo simple, chocó sus labios con los míos y nada más. Me miró con sus penetrantes ojos oscuros, y mi cerebro hizo corto circuito al punto que la bese, un beso de verdad. En mi mente deberían de pasar muchas cosas, por ejemplo que estaba besando a mi mejor amiga pero en su lugar tenía la mente en blanco.

No tengo idea de cuánto tiempo estuvimos besándonos pero cuando nos separamos, solo puedo decir que seguía con ganas de besarla. Una idea estúpida cruzó por mi mente y más cuando vi sus labios hinchados, quería terminar esto, quería entrar en esa habitación y tener a Roma para mi; juro que casi que lo hago, pero Roma dijo algo que me dejó helado y paralizado, que me trajo de vuelta a la realidad.

-Es hora de dormir- Le dije, ella asintió y luego besó mi mejilla a forma de despedida, como si el beso nunca hubiera existido. Al ingresar a la habitación, se tropezó un par de veces hasta que se desplomó en su cama y yo cerré la puerta.

Mire a mi guardaespalda, recién en ese instante me percate de que él había visto y escuchado todo, antes de que pudiera decir algo Mark levantó sus manos y negó con la cabeza, en un claro gesto de "no dire nada" tambien argumento en voz baja que no le pagaban lo suficiente como para presenciar dramas amorosos.

FRIENDS - NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora