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Mire a Elena que iba de aquí para allá, sacando cosas y volviendo a ponerlas en el mismo lugar. Me reí al verla frustrarse porque las cosas no quedaban como ella esperaba.

-En vez de reírte podrías estar ayudando-Me recrimino.

-Las tres cosas que arregle, tu fuiste detrás y lo rehiciste.-Conteste- Por eso voy a quedarme en el cómodo sillón mirando como sufres un colapso por ser tan perfeccionista.

-Es que quiero que sea perfecto-Se quejo como una niña pequeña-Es la primera vez que festejamos nuestros cumpleaños juntos.

Negué con una sonrisa en la cara, y estire mis brazos de tal forma para que ella se acercara, cosa que hizo. Se acostó casi sobre mi, lo que me quitó un poco el aire, no esperaba que se pusiera tan cerca.

Hacía un par de días que había llegado a Los Ángeles porque así me lo había pedido mi hermana, para ayudarla con los preparativos de la fiesta. Había decidido que seguiría en Londres después de todo, era mi lugar favorito.

-Harry dijo que puede contratar a alguien para arreglar todo el lugar para el evento...

-Pero siempre planeo mis cumpleaños.

-Si, así es, como es así que esta vez lo festejas con tu novio, quien es una super estrella mundial, y tú sola no puedes llevar a cabo lo que tienes en mente. Necesitas ayuda-Me observó con ojos esperanzadores- pero profesional-Agregue.

Luego de dar un largo suspiro, se levanto y continuó toqueteando cosas hasta que dio otro suspiro de nuevo y sacó su teléfono para hacer una llamada.

-Hola Harry-Dijo feliz, mi hermana parecía un golden cada vez que hablaba con su novio.

Inmediatamente las mejillas de Elena se tornaron rosadas y eso se debía a lo que le estaba diciendo el cantante, quien solo tiene dos modos, o extremadamente dulce o bastante pervertido.

Hace cuatro días, para ser extremadamente precisa, el rizado había llegado al departamento de Lena e ignorando mi presencia, grito a viva voz.

-¡Amor, ya llegue! Esa foto que me mandaste de regalo de cumpleaños, uff, me encantó...¿Dónde estás Elena? Te voy a dar tu regalo adelantado de una forma que no vas a olvidar...

Cuando volteo hacia la dirección en la que yo me encontraba, sentada comiendo y mirando una película sobre un perro, la sonrisa que había en su rostro lo abandonó por completo para transformarse en una mueca de espanto y sorpresa, que me hizo reír un poco. Harry se había disculpado por su actitud, y durante estos días, cada vez que me ve se disculpa con sus mejillas sonrojadas. Lo adoro.

-Me dijo que le va a hablar ahora con la organizadora de eventos y que probablemente venga esta tarde, o mañana por la mañana-Elena tenía una cara de que no le gustaba para nada la idea de tener que recibir ayuda.

-Hermanita podrías aceptar la ayuda y utilizar el tiempo libre para comprar el regalo de Harry, junto a un hermoso vestido para esa noche.

-¡Tienes razón!-Me contestó con euforia, y beso mi cabeza con la frase "Eres tan inteligente cuando quieres", que hizo que le diera un ligero golpe en el brazo mientras me reía- pero debes de acompañarme.

-¿Por qué crees que te lo dije?-Conteste.

Las dos nos observamos con complicidad y sonreímos, hacía mucho que no íbamos de compras juntas.

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Me observe en el espejo de cuerpo completo que había en el cuarto de huéspedes, me sentía radiante. Mi cabello castaño claro-rubio para algunas personas- caía extremadamente liso por mi espalda, tenia puesto un enterito de color azul oscuro con un ligero escote del pecho, mis ojos estaban maquillados con un esfumado negro que los hacia verse muy llamativos y mis labios se encontraban de un tono claro de rosa.

FRIENDS - NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora