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Roma

Hoy nos encontrábamos en Brasil, y si bien admiraba el paisaje, el lugar y todo lo demás, no podía disfrutarlo a pleno, más que nada por el extraño comportamiento de Niall conmigo, más que nada después de lo que me había dicho por la noche.

Por un instante habría jurado que iba a declararse, pero en su lugar me dijo lo mucho que significaba para él... como amiga. Estaba destinada a quedarme en ese lugar para siempre, y era hora de que aceptara que eso no iba a cambiar, debía de dejar de darme falsas esperanzas.

Decidí ignorar el comportamiento de Niall, y espantar las ilusiones de mi mente, e iba a concentrarme en Brasil y solo en Brasil.

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Como era de esperarse el concierto en Río fue un éxito, como lo venían siendo todos los demás. El castaño tenía una buena presencia escénica, el público lo amaba y él los amaba a ellos, me encontraba un 99% segura de que los momentos más felices de Horan eran cuando estaba en el escenario, y que sin duda él haría esto por el resto de su vida.

Hicimos unas cuantas excursiones que fueron realmente agradables y divertidas, salvo por los mosquitos gigantes y el calor que me hacía transpirar de una forma horrible, sin duda soy una mujer de climas fríos, además técnicamente era invierno en esta zona del mundo ¿cómo era posible este asqueroso calor?

Después de eso viajamos a Sao Paulo, y no pude evitar recordar la tremenda borrachera que me había pegado en ese lugar, me dije que eso no ocurriría de nuevo, que eran cosas de una joven muy estúpida, además ahora era una mujer madura y responsable que estaba trabajando.

-¿Quieres tomar algo?-Me pregunto Niall una vez terminó el concierto.

-No, gracias paso.

Él se rió, al parecer recordaba mi borrachera.

-Mas para mi-Me contesto, y tomo un poco de cerveza.

Cuando ya estábamos en el hotel, y enfrente de las que eran nuestras habitaciones -una frente a la otra- nos miramos por unos segundos sin decir nada.

-¿Quieres pasar? Podemos comer helado, creo que hay un pote chocolate en el minibar de la habitación.

Asentí y cuando ambos nos acomodamos en la cama, estábamos dispuestos a degustar del helado y mirar un poco de televisión pero el ambiente se sentía raro.

-¿Desde cuándo hay tanta tensión entre nosotros?-Pregunté de golpe.

-No lo sé, ni siquiera sé porque hay tensión.

Tome su barbilla con mi mano y lo hice mirarme a los ojos, aunque no se quedaron mucho ahi ya que note como viajaban hasta posarse en mis labios. Sonreí coqueta.

-¿Quieres besarme Horan?-Niall se sonrojó un poco, casi no lo noto por su rostro un poco quemado por el sol.

-Si a ti no te molesta...

Lo bese, lentamente y con dulzura. Mi mano había viajado hasta su nuca y las suyas se habian posicionado en mis mejillas, además con su pulgar hacia unas delicadas caricias en mi mejilla derecha, con lo que me derretía por dentro.

Nos separamos por un instante, y Niall volvió a besarme pensé que ahora sería más pasional pero me equivoque, en su lugar me había besado con mucha más dulzura y cariño de una forma en la que creí que no era posible besar a alguien.

Habíamos terminado un poco recostados, y de alguna forma sabía que si terminamos haciéndolo sería muy distinto a las otras veces, ya que el ambiente era distinto. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, si bien me había dicho "no te hagas ilusiones" me era imposible no hacerlo, era más fuerte que yo.

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