𝟶𝟸𝟺

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¿Saben lo que se siente estar en una luna de miel? Bueno, a pesar de que Minho y yo no estábamos casados (todavía), había sido exactamente como estar en una luna de miel. Nos besábamos, compartíamos todo y trabajábamos juntos. Por supuesto que era mucho tiempo para estar con la misma persona, pero hasta el momento no nos estaba molestando.
Además, todavía nos faltaba hacer algo, pero la tensión sexual definitivamente estaba allí. No sé si él lo había notado, pero yo ya había subido dos libras comiendo chocolate. Hola~, soy un chico sano y privado de sexo. Es natural. Pero creo que está empezando a superarme.

–¡Es un maldito robot! –exclamé, haciendo que Changbin soltara un suspiro y me diera más chocolate.

–No todas las personas que no follan son robots. –aclaró él. Le lancé una mirada seria y le dí una palmada en la cabeza.– ¿En serio? –agregó, virando los ojos después de darle aquel pequeño golpe.

–¡Sí! Él es un robot, un robot de acero sin ninguna emoción en absoluto. Dios mío, eres un monstruo.

–Aprendí del mejor.

–Pero en serio, ¿hay algo malo conmigo? Quiero decir...no me veo tan mal, ¿o sí?

–Imposible que pase eso. ¿No dijo que te llevaría a un lugar especial para la primera vez? –asentí ante su pregunta e hice un puchero, incluyendo un pequeño berrinche.

–Pero eso fue hace semanas y no ha mencionado nada sobre tener tiempo libre del trabajo. –dije, cruzándome de brazos como un niño, muy infantil. En verdad espero que el lugar especial no sea la sala de conferencias.

–Bueno, tu cumpleaños se acerca en pocas semanas. Tal vez esté esperando hasta entonces. –formuló, dándome realmente esperanzas y asentí lentamente. Tal vez estaba tratando de ser romántico...

–Tal vez sea así –dije, no parando de asentir.– Bueno, Felix y tú, ¿piensan hacer algo especial?

–Respondiendo a tu pregunta, estábamos pensando en salir de la ciudad para celebrar nuestro aniversario la próxima semana.

–Qué romántico. Asegúrense de traerme recuerdos. –bromeé, brindándole una sonrisa contagiosa que inmediatamente hizo reacción en Changbin.

–Claro. Ahora vete a casa a prepararle la cena a tu esposo. –ah, qué fuerte.
Sonreí más ampliamente y rodé del sofá de su hogar para dirigirme a la puerta.

–Nos vemos más tarde.

–¿Qué quieres para cenar? —le pregunté a Minho, recostándome en su espalda mientras él yacía tendido en el sofá

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–¿Qué quieres para cenar? —le pregunté a Minho, recostándome en su espalda mientras él yacía tendido en el sofá. Pude deducir una risa de parte de él y dejó su libro para darse vuelta.

–Lo que quieras hacer está bien. ¿Dónde has estado? —respondió, besando mi cuello mientras sus brazos se envolvieron alrededor de mi cintura.

–Estaba con Changbin. Aunque te extrañé mucho. –ok, sí, lo sé. Soy tan cursi. Minho soltó otra nueva risa entre dientes, convirtiendo sus besos en pequeñas mordidas a lo largo de mi clavícula. Sus manos se deslizaron hacia abajo, aterrizando en mi espalda baja, mis sentidos eran cada vez más sensibles por su culpa que terminé por posicionar mi cabeza en su hombro, en señal de arrepentimiento, soltando uno que otro gemido ahogado, más bien de frustración.

devil boss | minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora