𝟶𝟸𝟿

15.1K 1.4K 505
                                    

–Eso es de mal gusto. –se quejó Changbin a mi lado.

–Tu cara es de mal gusto. –espeté con desagrado.

–Jisung.

–Changbin. –los dos nos miramos desafiantes, dando en hincapié nuestros tonos serios.

–No opines tanto, Changbin. Esta no es tu boda. –intervino Felix encontrándose a la par de nosotros, le miré de reojo y le brindé una sonrisa en agradecimiento, él notándose aún lo terriblemente bronceado que estaba por haber estado en California.

–Gracias, Lix. Ahora, cómo yo decía. Creo que el tema debe ser rojo y negro. ¿Acaso Minho no se vería sexy con una corbata roja?

–Tú te verías sexy con una corbata roja. –una vez más intervino Felix en un momento inoportuno. Changbin y yo nos volteamos para darle una palmada en la cabeza, él quejándose al momento.

No hables de mi novio de esa manera. –la voz de Minho se hizo audible en toda la zona, haciendo que los tres volteáramos a verlo yendo hacia nosotros. Él se encontraba subiendo las mangas de su camisa, encaminándose a mí para sentarse al lado mío, separándome de mis amigos. Sonreí e incliné mi cabeza en su hombro.

–Eres lindo cuando estás celoso –le dije– ¿Qué tal si en vez de eso coqueteas un rato conmigo? –Minho me miró eufórico, sonriendo de manera penosa para después esconder su rostro en mi cuello.

–¿Así es como somos nosotros? –habló Changbin.

–Sí, así. —respondió Felix riendo.

–Está bien, lo entendemos. Tenemos que irnos. –Changbin se levantaba lentamente de su asiento.– Nos reuniremos en el almuerzo para repasar más cosas. –con una sonrisa en rostro, los acompañé hasta la puerta. Sabía que captarían la idea. Una vez que se fueron, me dí la vuelta y le hice un guiño a Minho.

–Entonces, ¿qué es lo que quieres hacer ahora, futuro esposo? —le pregunté. Él negaba, mientras sonreía notoriamente, para después palmear su regazo en señal de que yo fuera. Salté encima y no tardé en acomodarme, estando a espaldas de él mientras sentía su cálida presencia envolverme.

Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y recargó su rostro contra mi espalda.
–¿De verdad quieres pasar por la molestia de planear una boda? –suspiró– Podríamos ir a las islas y tener nuestra propia boda, sólo tú y yo. –aw, ¿está siendo tímido?

–Significaría mucho para mí si al menos fuera con tu familia –llevé mi cabeza para atrás, chocando con su cabellera.– Quiero decir, ni siquiera sé por dónde empezar para decirle a mi familia que me voy a casar, y mucho menos con un hombre. –y no creo que sea necesario decirles. Tal vez les diga si alguna vez surge en una conversación dentro de muchos años.
Minho suspiró y besó el costado de mi cuello.

—Yo podría decirles si estás preocupado por eso. –ofreció con calma, pero me negué rápidamente ante ello.

–Tengo el valor suficiente para hacerlo por mi cuenta. –dije con cierta valentía. El sonido de Minho reír un poco me hizo ablandar mi corazón que se había vuelto tensado.

–Yo sé que sí —su fuerza en mis caderas se hizo más pronunciado.– Entonces, ¿qué dices? ¿Una boda privada?

–¿Dónde?

–¿Hawaii? –dijo, bufando un poco.– Donde sea está bien para mí.–¿Hawaii? Me gusta.

–Eso suena maravilloso –dije, suspirando mientras liberaba una de mis radiantes sonrisas. Tal vez podamos tener una gran cena aquí antes de la boda para la familia y amigos. –propuse, casi sonando como una pregunta. Él me dedicó una sonrisa y pasó una de sus manos por mi cabello, deteniéndose lentamente y acariciando un poco.

devil boss | minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora