｡˚Yeonjun es un chico que usa crop tops, mini faldas y demás accesorios como "uniforme" en su trabajo de: Stripper, en un club nocturno en el que una de esas tediosas noches un pelinegro llamó su atención, él no lo veía con deseo, lo observaba quer...
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—Adelante... pregunta todo lo que quieras bebé, no voy a tomar—movió su cabeza con orgullo—Pero... si te tardas más de seis segundos en responder, bebes.
—Está bien, lo mismo para ti—rio y acomodando sus piernas en el piso lo pensó—¿Edad?
—Mmmm, eso sí te lo puedo decir. Tengo...—lo pensó un momento y de una manera tímida respondió —Veinticuatro.
—¿¡Veinticuatro!?
Asintió sonriente y mordiendo su lengua jugó con el zipper de sus botas.
—Te ves más... joven.
—¿De cuánto?—preguntó curioso acomodando la quijada en su mano.
—¿Diecinueve? ¿Veinte?
—Wow, pues no... ya estoy viejo—hizo un puchero.
—No, estás en la flor de la vida, se podría decir los buenos años. De igual manera yo tengo veintitrés.
Movió sus cejas impresionado.
—Veintitrés años...
"Y estás tan guapo"
—Que lindo—se limitó a decir luego sonrió de manera nerviosa—¿Me toca a mí?
Asintió.
—¿Por qué eres tan lindo?
Soobin abrió sus ojos en grande viendo los serios y profundos del mayor.
—A tomar—le sirvió una copa llena de soju.
—¿Qué?
—Eso no fue una pregunta.
—¿¡Quéee!? Otro en tu lugar aceptaría mi bello cumplido—Soobin se puso de pie y se acercó hasta él—¿Qué crees? ¿Qué mis bellas palabras son gratis? ¡No bebé! Tienen un precio y es muy caro... A ti te las estoy dando gratis porque-
El dedo del menor en sus labios lo calló, Yeonjun al darse cuenta de la cercanía y esa mirada se sintió como un gatito... Otra vez.
—Bebe.
¿Qué.estaba.pasando?
¿Cómo era que ese chico podía ser un lindo y tierno conejito cuando estaba tranquilamente sentado para después DE LA NADA... convertirse en un gran lobo?
Y ¿Desde cuando Bin insitaba a otros a tomar cuando claramente el vicio era un pecado según su cabecita?
Pues... para tener toda esa soltadura con un hombre practicó y practicó millones de veces en su cabeza y enfrente del espejo cómo acercarse al mayor y además... necesitaba información.
—Ok...—susurró apenas y el menor apartándose con una sonrisa como si nada le entregó la copa.
Yeonjun se la tomó por partes y al final se quejó demasiado del sabor fuerte pasando por su garganta llegando hasta su estómago.
