｡˚Yeonjun es un chico que usa crop tops, mini faldas y demás accesorios como "uniforme" en su trabajo de: Stripper, en un club nocturno en el que una de esas tediosas noches un pelinegro llamó su atención, él no lo veía con deseo, lo observaba quer...
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—¡Corre, corre, corre!—tomando su mano seguía avanzando en todo el camino pintado de celeste, el pelirosa con las mejillas rojas y el sudadero colgando de su cintura se quejaba del constante tirón en su brazo y el dolor en sus pies, ahora llevaba puestos unos crocks blancos pero estos seguían doliendo, quizás había sido por estar ya tres horas en filas inmensas con tal de subirse a alguna atracción, para jugar por alguna recompensa o para siquiera intentar comprar una manzana acaramelada.
—¡A-aaah! ¡Espeeeraa!—se quejó aún más fuerte justo cuando pasaron debajo de un puente de madera en donde se escuchaba eco, si bien era una feria ¡Su tamaño era gigante! Yeonjun no comprendía cómo era que no había escuchado del lugar antes, un momento... ¡Sí que sabía! ya que tampoco era que tuviera tiempo ni tantos amigos para ir a lugares como esos, siempre se la pasaba estudiando, trabajando, cuidando de su lindo sobrinito ooo se la mantenía entregando pinturas o trabajos de la universidad.
Y ese día si que estaba ocupado pero podía permitirse relajarse de vez en cuando... y claramente el estar debajo del sol, caminar y desesperarse por las inmensas colas, no era su plan perfecto de relajación sin embargo escuchar la risa o pasar un rato con ese pelinegro de algún modo lo tranquilizaba. Tiró de su mano y soltándose por fin se recargó en sus rodillas respirando agitadamente.
—¡Vamos Yeonjun!—se quejó con un peluchito de oso en sus manos—La noria cierra a las siete, ¡Son las seis y media!—hizo un puchero y se acercó hasta quedar a la par de él.
—¿Qué?—preguntó sin creer lo que le decía mientras intentaba recuperar el aliento—Es una jodida noria, ¡No la van a cerrar tan temprano!
—¿Quién conoce el lugar? ¿Tú o yo?—rio y recostándose en la pared volteó al saber que Soobin estaría esperando por una respuesta o una afirmación para seguir avanzando hasta el inmenso juego.
—Me duelen los pies...
Hizo un puchero y dejó caer su cabeza en el hombro del más alto.
—No quiero decirlo pero...—finjió pensarlo—Te lo dije~
Soltando un tanto orgulloso sonrió cuando los ojos del pelirosa dieron un giro.
—¡No es mi culpa! En todo caso es tuya.
—¿Mía?—preguntó inocente comiendo su pedazo de pastel de arroz, a Yeon le parecía tan perfecto el menor, pasaron por una carpa/tienda en donde pintaban sus caras, sin pedir algo tan infantil -a petición de Yeonjun- pidieron que pegaran en sus mejillas pequeñas decoraciones de mariposas, brillos y algunos corazones.
El pelirosa en definitiva adoró ver al pelinegro haciendo pucheritos, gritando de felicidad o asombrándose en juegos y probando comida.
Saliendo de ese trance asintió—Si me hubieras dicho que vendríamos a una feria... hubiera usado algo más cómodo—habló de sus zapatos y se paró bien cruzándose de brazos le encanró aunque bueno... había rechazado la opción de ir a su casa por algo cómodo.
