｡˚Yeonjun es un chico que usa crop tops, mini faldas y demás accesorios como "uniforme" en su trabajo de: Stripper, en un club nocturno en el que una de esas tediosas noches un pelinegro llamó su atención, él no lo veía con deseo, lo observaba quer...
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Un mes atrás.
Soobin se encontraba en la oficina de Seokjin, estaba esperando al pelinegro para poder hablar con él respecto a lo acordado y es que, quería renunciar.
No soportaba la presión que tenía al estar con Yeonjun o lo provocativo que era, siempre estaba pensando mal acerca del pelirosa. Entonces le diría a Jin que no iba poder cumplir con aquella misión y listo, volvería a su vida normal.
Pero...
No se sentía tan normal, después de todo, sí extrañaba a Yeonjun sin embargo él no quería aceptarlo, ya que... era un chico, pero quería conocerle más a fondo, quería saber más de él, más de lo que le gustaba hacer, simplemente más, llevaba escritas un par de cosas en su bitácora las cuales algunas se pensaría dos veces si dejarlas o no, luego las cambiaría.
Soltó un suspiro.
Se concentraría, quizás era eso. No estaba lo suficiente concentrado.
—Oh, Soobin—saludó Jin, atravesando la puerta con un traje azul formal y camisa blanca. Con una sonrisa se levantó y le dió una reverencia.
—Buen día Seokjin hyung. Quería... Charlar con usted—rascó su nuca con pena viendo como el mayor iba a su asiento detrás del escritorio.
—Dime hijo. ¿En qué te puedo ayudar? Me has dejado varias veces plantado Soobin—rio al ver la expresión llena de pena del menor.
—En verdad lo siento, se me han ido por alto algunas reuniones... —confesó con mucha vergüenza.
Negó—Está bien Soobin-ah, comprendo que has estado ocupado —sonrió de una manera muy apacible mientras buscaba algo entre una de las gavetas de su escritorio, al encontrarlo lo sacó y le dió uno con una sonrisa.
Soobin lo recibió gustoso, era un dulce de chocolate.
Dejando que él hablara Jin se recostó en su silla mientras jugaba con el dulce en la boca.
—Pues... aaamm...
Se metió el dulce a la boca y guardando la envoltura en su suéter blanco de lana jugó con sus manos un tanto cabizbajo.
—Con lo de mí misión... Ya no puedo hacerlo.
El mayor se quedó en su lugar con una ceja alzada y cruzó sus manos sobre el mueble de caoba examinando al pelinegro.
—Creí que te sentías bastante motivado.
Asintió—Así era pero...—no sabía cómo darse a explicar, tampoco quería que él se preocupara diciéndole lo que sentía cuando Yeonjun besaba sus labios... No, no iba confesarle eso—Ya no lo sé, quizás puedo hacer otra cosa o buscar otra-
Negó.
—Soobin, por algo tienes ese objetivo, las cosas no pasan solo porque sí—El mencionado por fin subió su mirada observando los ojos cariñosos del 'líder'—Tú quieres ayudar a ese jovencito, puedes hacerlo. Puedes ser su luz entre toda la oscuridad... Imagina ya no volver a ver esa luz que te dió esperanza—Suspiró—Entraste a su vida, eres importante ahora. No estaría bien que te alejaras de esa manera.
