Dedicado a: Naomyngeles
-Es que no lo pude evitar Nan, me exaspere, yo... Tu más que nadie sabes lo que pasé en este mes, y el aparece como si nada, hili siñiritis... Es un idiota de primera clase.
...Bueno... en resumen mi verdugo se apreció hoy en la tienda y sentí tantas cosas que mi cerebro no lo supo procesar, lo canalizó en mi lengua, luego solo corrí y me escondí en el baño de la tienda... Sí, así de patética soy...
-Si Ari, pero sacarle la lengua, de verdad, tienes 21 años por Dios- pss obviamente no supe como reaccionar, si me lo preguntan..., mejor no me lo pregunten.
-En mi defensa, juro que mi cerebro hizo un corto y cruzó los cables y... Y..., ay no se, no lo quiero ver- dije haciendo ademanes de frustración.
-Bueno... Lo que si debes saber es que dejamos a tu galán idiota con las nuevas, el jefe está aquí y es un cliente, así que activa el modo profesional y solo atiendelo e ignora lo demás.
-Que lo atienda yo, no Nan pero si eres tu la buena con las personas, hoy es un claro ejemplo de que yo no sirvo para eso- digo con cara de perrito mojado.
-Si pero sabes muy bien que estoy con el entrenamiento de las chicas, además ni creas que voy a lidiar con tu problemita de ahí afuera, aunque sabría lidiar muy bien si pudiera- dice con una pícara sonrisa y la fulmino con la mirada.
No digo nada y me armo de valor para salir a enfrentarlo, al salir lo veo muy en sus agua charlando con las chicas que están literalmente babeando sus zapatos caros de pana.
- Bien chicas dejen de mirar lo que no es suyo y continuemos con el entrenamiento- Nancy despabila a las chicas y se las lleva con ella.
Zyan me mira con un atisbo de burla que no quiere disimular y se que estoy tan roja como mi color de piel me permite estarlo, me odio por esto.
-Hola, vuelvo a saludar y a correr el riesgo de que tu lengua salga otra vez- dice acercándose a mi, sigiloso, como un depredador a su presa y se que soy la presa.
-Buenas tardes señor, dígame en que puedo ayudarle-hablo recordando las clases que me dio Nan por que definitivamente voy a ignorar lo demás.
-Bien... - dice y hace una pausa para mirarme a los ojos- veo que estas a la defensiva y lo comprendo, puedo lidiar muy bien con eso, pero te diré algo Enana, necesito hablar contigo y si es necesario que compre todo lo que vende este tienda para tener tiempo de hablar contigo lo haré, entiendes lo que te digo-para cuando dice esta última palabra estoy pegada de uno de los anaqueles con Zyan tan cerca de mi que me impide respirar, aunque no me está tocando.
Sus canela pasión me miran de forma tan intensa que me hace recordar otros tiempos en otras circunstancias y mi cuerpo reacciona por si solo, no hablo, soy muda no se que decir, pero me prometí algo y lo voy a cumplir o al menos intentarlo.
-Pss le recomiendo que haga una llamada a su banco de preferencia por que sacará una gran suma de su cuenta -digo esto poniendo mi dedo índice en el saco de su traje alejandolo de mi tanto como sea posible para poder pensar con claridad.
-Bien, pues voy a necesitar todo ese anaquel de enfrente separado por colores y por piezas, y aquel otro de zapatos también separados, los de chicos y chicas- dice muy normal y yo no puedo creer que de verdad comprará toda la tienda.
-Te dije que haría todo para que me escucharas Aria, y debes saber que no me ando mucho con juegos, es importante -dice en mi dirección y yo solo puedo asentir con la cabeza, es que me quedo en trance cuando conecto con esos canelas.
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La Dulzura En Lo Amargo
Teen Fiction¿Que es lo que se supone que debemos esperar de la vida? Por qué supuestamente no podemos creer en las hadas por que es irreal. Que es lo que haremos entonces, aceptar toda la porquería por que es lo que hay, pues no, ella no se conformará con eso. ...