La Dulzura En Lo Amargo

Aria: Sentimientos y Oportunidades

No puedo evitar que mis ojos se llenen de lagrimas, esta escena es muy triste, soy demasiado sensible, a pesar de todo no me permito a mi misma ser fría o dura, mantengo mi corazón a raya pero siempre en un equilibrio, aunque a veces esa promesa juega en mi contra.

la risa de Zyan me saca de mis cavilaciones...

—No puedo creer que hayas llorado por eso— me sorprendo de sus palabras— era obvio que no moriría, hasta un niño lo habría visto venir— dice entre risas y hasta ese momento me di cuenta que estaba hipando.

—Pss, yo te lo advertí desde el principio, las escenas tristes me ganan— veo uno de sus manos extenderse hasta mi cara y de pronto me encuentro anhelando su tacto, seca una de mis lagrimas que estaba a medio camino y me quedo fija en sus ojos, de pronto todo pasa a segundo plano y me doy cuenta de la pequeña capa cristalina que rodea sus canelas, mm... así que el muy fuerte tiene sentimientos.

La película sigue pasando escenas y nosotros no dejamos de mirarnos, no me importa si se termina, mucho menos si pasa un terremoto, no cuando casi puedo leer sus pensamientos a través de su mirada intensa, mi estado relajado se fue para en su lugar dejar un estado de alerta en mi ser, no se como se sentirá él pero yo siento que floto, baja su mirada a mis labios y casi por instinto los relamo, vuelve a mirarme y su mirada esta mas oscura de lo normal y con un brillo que no puedo descifrar, pero no hace nada, no dice nada y la impaciencia me gana, no se que rayos voy a hacer, solo se que lo haré. 

Sin pensarlo lo beso y siento como mi cuerpo se relaja gustoso, como si estuviera esperando esto hace mucho tiempo, Zyan me corresponde al instante con unas ansias salvajes e inmediatamente toma las riendas de mi beso torpe y lo transforma en uno confiado, me dejo llevar y siento que no necesito nada mas que esto y este momento.

—Por que tardaste tanto— lo escucho hablar pero estoy respirando en automático el aire que no sabia que necesitaba, abro mis ojos y ahí están esos canela pasión que me incitan a hacer cosas que ni siquiera se como se hacen pero aun así quiero hacer— si hubiera pasado un segundo mas habría mandado mi autocontrol por el caño, lo juro— y vuelvo a sentir sus labios en un beso mas tierno pero igual de demandante, no se cuanto tiempo pasó pero nueva vez necesito aire y me separo de sus labios haciendo acopio de todo el autocontrol que poseo.

Un trueno rompe la conexión que teníamos y menos mal por que la noche esta en todo su esplendor, la oscuridad reina en su máxima expresión y parece que la lluvia le hace competencia, la preocupación barre el sentimiento sin nombre que hace milisegundos me embargaba y el rostro de mi madre y mis hermanos llega a mi mente y me alarmo, como carajos me iré de aquí, joder!!... Zyan me mira como si leyera mi pensamiento...

—Joder!!, se va a caer el cielo— y yo no puedo evitar darle una mirada de pocos amigos.

—No me digas Einstein!!—suelto e inmediatamente me arrepiento, su mirada confundida me hace hablar...— yo... disculpa es que, no se como ni cuando volveré a casa, no podría atravesar el tramo por donde llegue, sin que tiente a la muerte.

—Piensas tan mal de mi—dice Zyan con expresión dolida— ni loco te dejaría volver por donde viniste, yo te llevare a tu casa, por que también es obvio que no puedes quedarte aquí, aunque eso seria lo mas prudente— dice señalando la lluvia que amenaza con aplastar todo a su paso.

Se que tiene razón, salir en un auto con esta lluvia seria un acto casi suicida, pero no puedo quedarme, no cuando no traje mi teléfono y no cuando no le dije a mi madre hacia donde iría y definitivamente no cuando estoy con un extraño, se que extraño no es la palabra que describiría a Zyan después de todos esos gloriosos besos, pero dormir aquí, con el no es una opción.

Me siento en el mueble donde estaba antes, no recuerdo en que momento nos paramos ni hacia donde nos dirigíamos, fijo mi vista en la tele que presenta los créditos de la película y me frustro sobremanera, volteo a ver a Zyan que esta absorto en la lluvia, no puedo ver sus ojos por la posición en la que esta pero su expresión está dura y sus facciones contraidas, es como si la lluvia cambiara su estado de animo, bajo la vista a sus manos empuñadas tan fuerte que desde donde estoy se ven tan blancas por la falta de riego sanguíneo a causa de lo fuerte que aprieta, me alarmo y voy hacia el, temo que esté muy molesto con migo por mi comentario, soy una estúpida, como si esto solo fuera su culpa.