Consuelo | Fallout 4 [Compañeros x Nate]

prologo

Cuando las bombas cayeron sobre todo sanctuary hills, nos ocultamos en un refugio.

Nos congelaron, a mi y a mi hijo junto con mi esposa.
No sabía cuánto tiempo pasó. Solo pasó mientras seguíamos ahí.

De pronto, veo que desactivaron la máquina. El mío y el de mi esposa. Ellos quieren arrebatar a mi hijo de las manos de ella, intenté todo para impedirlo, pero no pude salir para ayudarla.
El hombre sin cabello sacó un arma y le apuntó a mi esposa para acto seguido, dispararle y quitarle la vida mientras le arrebataban a mi hijo. 
Sentí que todo mi ser se había ido junto con ella. Mis penas y Sollozos se ahogaban por la máquina en el que me encontraba

¿No pudiste hacer algo mejor,Nate?

¡No pudiste salvarla!

Apesar de haber estado en el ejercito. No hiciste lo posible para salvarlos, es tu culpa

Toda tu maldita culpa

La máquina me abrió la puerta, caí en el suelo aferrandome a mi mismo por el frío.
Sin pensarlo me puse de pie en frente de la máquina en el que estaba mi esposa congelada.
- ¡Vamos vamos vamos! ¡Oh dios! - presionaba botones para ver a mi esposa una última vez.
Cuando se abrió, el cuerpo cayó hacia mi.
Mis lágrimas caían y bajaban por mis mejillas

- buscaré a Shaun, te vengare. Mataré a ese hijo de perra - la volví a acomodar y removí el anillo de su dedo.
Si, el anillo de compromiso, juré estar con ella pase lo que pase, pero yo no estuve con ella cuando la mataron.

Camine por el refugio, varias personas muertas congeladas en las máquinas y esqueletos en el suelo.
- d.. dios. Cuántas personas.. murieron.. aquí - aún tenía frío y mi dificultad para hablar se prolongaba.
Tuve que defenderme de ¿Cucarachas?. No eran normales, eran algo grandes que su tamaño normal. Aterrado por la situación intenté irme lo más rápido posible, pero por el camino me encontré con una de esas cosas que los refugiados usaban en su muñeca, casi acaparaba el brazo.
Me lo Coloqué y ese "pipboy" me daba la información necesaria de mi salud.
Lo usaré para salir de aqui. Abrí la gran puerta del refugio y corri hacia el gran elevador para ascender y ver la luz del sol en la mañana.

Mierda. Todo estaba hecho pedazos. Este no es hermoso día, las aves no cantan, las flores están muertas. En días como estos, humanos como yo.
Deberían estar tres metros bajo tierra.

Mi hogar, mi familia
- ¡codsworth! - grité mientras corría en destino a mi hogar. Es mi única esperanza, el ahora es mi única familia en este momento