Deidara, Alma De Artista

SIN REMEDIO, POR AHORA

Sus ojos brillan ante la luz del astro rey, que parece darle la bienvenida al mundo exterior pero; sus paso que lo han llevado hasta la salida, ahora solo titubea estando ahí, entre ese mar de gente que no conoce y siente temor, pues al sentirse rodeado, su cabeza le juega bromas pesadas provocando  que este comience a sentir pánico de estar ahí entre tanto bullicio sin saber a donde correr; queda recargado en una pared con sus manos sobre la cabeza, agachado, cerrando sus ojos por miedo a lo que pudiera pasar y sin saber que hacer, llora, llora por temor a que lo vean sus verdugos nuevamente y vuelvan a lastimarlo como ese fatidico día en el que le arrebataron su inosencia, en donde marcaron su alma para no volar más y en el que deseara morir por  no poder defenderse; esperando no ser detectado por nadie, y ocultarse en las sombras por siempre.

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Por otra parte, Kakuzu tan solo pone su mano en el puente de su nariz, cerrando sus ojos ante la partida de su hasta ese momento; su paciente personal, aquel joven de dorados cabellos que cautivara su ser con aquellos gestos dolorosos y  gemidos de desconsuelo entre los brazos de aquellos que considera amigos? y sin embargo repudia sus hechos. Se levanta y se dirije a la salida del edificio de apartamentos de lujo e intenta averiguar a donde pudo haber ido su ... amor? Ahora duda de sus pensamiento, ¿En que momento lo llego a ver de ese modo? y lo mas extraño, ¿Cuando nació ese sentimiento por ese niño? ni siquiera lo sabe pero en su corazón ya vive él  rubio.

Mira a todas partes, y tan solo camina unos pasos a su lado izquierdo, hacia los comercios ahí cercanos pero no logra ver nada, sin remedio decide caminar, tan solo 5 pasos más, cuando escucha un solloso apenas audible y gira su cabeza a la izquierda de él, mirándolo ahí indefenso como un crio de 5 años que se ha perdido, se acerca y el rubio con notorio temblor levanta sus ojos asustados para mirar a quien se acerca a él., ahí estaba aquel moreno alto, que le diese alojamiento en su casa, sin conocerlo siquiera y se aferra a él, rodeandolo con sus temblorosos brazos el cuello del mayor precionando con fuerza y desesperación, soltando su llanto ante el hecho de no poder estar aun afuera sin sentir temor.

El mayor tan solo  lo abraza consolandolo mientras acaricia suavemente su espalda, se levanta y lo levanta junto con el, cargandolo al estilo princesa, llevandolo nuevamente al interior de  ese edificio, subiendo por el elevador hasta su respectivo piso, acaricia dulcemente el rostro enrojecido del menor por el llanto incontrolable que lleva. Al entrar al departamento el oji-verde cierra tras de si, y se dirije a la recamara que le tenia al menor sintiéndose sobre la cama con el chico aun en brazos retira sus cabellos de su aun joven rostro y diece amablemente:

k.: Tranquilo pequeño, ya estas seguro de nuevo y prometo llevarte a tu casa, pero primero debemos de tratar de estabilizarte emosionalmente mi niño, asi tu podras salir al mundo sin miedo a lo que pase, es una promesa.

Dice mientras acaricia su rostro con suavidad, contemplando la mirada triste del chico a quien sin darse cuenta comenzó a mar, dios sabe en que momento o si toda la vida lo a amado, en secreto y sin saberlo.

No son cosas que él pueda entender, tambien esta viviendo,  y nunca se le dio un instructivo para vivir y tan solo hace lo mejor que puede en ello.

Deidara lo mira con tristeza y dice:

D.: ¿Cuando será el día en que pueda ser normal nuevamente?, ¿Cuando volveré a mi casa, con mi hermana y a estudiar y ser ese artista que  sueño y me han arrebatado, hm

Sus ojos llorosos tan solo se posas en los verdes del mayor, contemplandolo sin casi aliento por la presión en su pecho, por el llanto incontrolable que liberó momentos antes sintiéndose indefenso, sintiéndose protegido entre los brazos de su ahora salvador y quien lo cuidase durante semanas, ahora le debe más de lo que cree y no piensa quedar en deuda.

Se levanta y lo mira con dolor en su alma, se inca frente a este y desabrocha los botones de la camisa que lleva puesta, retirandola de su cuerpo pálido y delgado, hermosamente aperlado por los rayos solares que ahora entran por su ventana dejándolo ver como si fuese de porcelana fina y delicada, inclina un poco su cabeza y dice tímidamente.

D.: To tomame ahora ya no tengo que perder, y sera mi forma de agradecerte por ahora lo que has hecho por mi este tiempo, no tengo dinero, no tengo posesiones aun pero; tan solo tengo mi cuerpo como pago por tu arduo trabajo de cuidarme y... si no lo haces ahora me sentire como una basura por ser rechazado, hm.

Dice el menor ante la mirada atónita del moreno que solo lo mira sin comprender en su totalida los sucesos que ahora cambian de perspectiva ante sus  ojos.