Deidara, Alma De Artista

EL RETORNO

Todo transcurre con normalidad, después de convertirse en las nuevas  celebridades, reconocidas por todo el mundo; disfruando de su glorioso triunfo en conjunto recorriendo Nápoles.

Tuvieron que empezar a acostumbrarse a qué se les pidiera el autógrafo y el que todos quisieran tomarse una foto con los nuevos talentos ya descubiertos y reconocidos, pasaron el resto del día cansados, agotados y dispuestos a dormir el resto de la noche, para salir rumbo al aeropuerto al día siguiente a temprana hora.

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Al despertar comienzan a empacar sus pertenencias, y felices de poder regresar a su vida normal u cotidiana, o eso creían ellos; ya que todo Japón siguió de serca la transmisión del torneo de talento, dándose cuenta que sus aún jóvenes estudiantes que los represenatavan son los ahora ya famosos artistas; sus vidas han cambiado.

Todo transcurre normal dentro del aeropuerto, su avión llega puntual y está listo para ser abordado y emprender el viaje que los llevará a casa, nuevamente.

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Transcurren las horas y ellos llegan a su destino, separándose el grupo al pisar tierra y decender; cada quien a su respectivo destino.

Deidara esperaba ver a su hermana ahí, llendo por el, pero solo vio el enorme recibimiento de la población por ser ellos un nuevo y ya descubierto talento, salid de Japón.

Su sorpresa fue algo triste al no ver a su Nee Chan entre ellos, a lo que se despide de los demás con cierta tristeza en sus hermosos ojos azules.

Dirge sus paso a la salida del aeropuerto para tomar un taxi, a las afueras aborda uno el cual lo lleva a su destino.

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Ya han pasado dos años, ahora nuestro joven artista cuenta con 15 años, desde que se convirtió en una celebridad del mundo del arte, pero está sólo, jamás habla con alguien ni tan solo el saludo; a pesar de ello su hermana a encontrado el amor al lado de aquel pálido joven de cabellos oscuros y expresión sería y fría, por lo menos ella es feliz.

Deidara solo observa a los demás compañeros pasar a su lado, nadie hay para el o eso cree.

Al instituto en el que se encuentra han llegado un grupo de chicos, los cuales se han apoderado de la escuela atemorizado a cual más, pero el rubio no suele temer a nadie y ellos no son la escepcion.

Ha oído hablar de ellos, de los Akatsuki, pero; nunca los ha topado, cosa que no le preocupa, pero será diferente, ya no podrá ser igual su vida, cambiará radicalmnte o solo un poco jm, veremos qué tanto cambia.

Al caminar por los pasillos rumbo a la salida se percata de que el instituto está vacío y es extraño,. Levantando su mirada y frente a él, se encuentran los llamados Akatsuki liderados  por Yahiko, al cual todos llaman Pain, el grupo se dispersa ya que acorralan al rubio sin dejarle escapatoria posible, todos les temen ya que suelen ser agresivos con todos, aún entre ellos.

Dando un paso al frente de entre todos, Yahiko se acerca a Deidara, amenazante y dice:

Yahiko:  bien linda y quién eres tú, jajajajajaja bueno si lo sabemos y sabemos que eres la supuesta artista de la institución, pero; que te hace creer que eres tan especial niña?

El tono burlesco de El líder de ellos lo hizo molestar tanto que saco de entre su mochila, una de sus preciadas figuras, la cual le habie impregnado de pólvora para hacerla estallar ante la clase de arte del siguiente día, mostrando su tan amado arte.

Mirando al pelinaranja, Deidara prende la pequeña mecha de está y con una sonrisa de satisfacción la arroja al sueto de los pircing gritando  solo por diversión.

DEIDARA: Katsu

Al instante de estar a unos cuantos ctmrs  del tipo,  la figura estalla en mil pedazos golpeando a este y haciendolo volar dos mtrs del menor; sabía que después de esto no tendría escapatoria; pero aún así, intento huir del lugar siendo detenido por los demás miembros y sugetado fuertemente.

Dos de ellos lo sostenían de sus delgados brazos, sosteniéndolo con rudeza, mientras su líder se incorporaba después de unos minutos de permanecer tirado sin reacción alguna.

La única mujer del grupo, se retiró por orden de Pain, diciendo que lo que harían ella no debía ver, indicándole que se fuera a vigilar que nadie se atreviera  a interrumpir su nueva diversión y sería algo para todos los ahí reunidos, y si deseaba participar de gozar del chico mandaría a uno de ellos para llamarle después de que este termine con el mocoso; la joven peliazul asintió sin decir nada, hechando una ojeada de deseo a la víctima.

Al retirarse el lo comienza a golperar en su delicado rostro, un puñetazo, seguido de otros durante varios minutos asta dejar su hermoso rostro con moretes y contusiones, seguido de el pómulo derecho abierto y su labios roto y sangrando, su cuerpo cubierto de golpes, salvajemente recibidos en su joven cuerpo, pero ya no podía detenerlos y no tenía forma de escapar ante lo que se le avecinaba.

Sollozo al pensar en su castigo, por las risas macabras de los Akatsuki, al mirarlo ahí tirado e indefenso.