Reencuentro y Escape

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Minutos antes de la muerte del gordo, quiero decir el primo.


Lan Wangji se encontraba sentado dentro de la choza -pues no tenía otro lugar- pensando en como realizar su último paso hacia la libertad.

Suspiro. En eso escucha como alguien se está acercando, teniendo sospecha de quién podría ser y aún más después de que el intruso se asomará.

Lo pateó

Y así llegamos a este punto. Al no poder cargarlo se lo llevó rodando, mentiría si dijera de no le causó gracia pero se contuvo aun que nadie lo viera.

Más su tranquilidad no duro mucho, gritos y pisadas de acercaban a velocidad. Su plan inicial era llevarlo al bosque fuera de los terrenos, cavar un hoyo y meterlo hay, no podía sellarlo pues no tenía con que.
Pero ahora solo pudo dejarlo tirado antes de que lo vieran.

De un momento a otro se quedó mirando su brazo en el cual una de las heridas más profundas ya habían desaparecido.

"..debería alegrarme el resultado.." pensó aún sin saber por qué parecía ser culpable de la reciente muerte.

—Será mejor volver a la residencia Mo –mencionó un joven muy calmado pese ala situación.

—No voy a dejar mi hijo aquí!,  Ustedes -dijo señalando a los sirvientes- cargadlo al salón principal!.

Lan Wangji solo observaba la escena detrás de unos arbustos y se pregunto algo que no se le había ocurrido en todo el tiempo que estuvo muerto..

"Que hicieron con mi cuerpo?.." comenzó a divagar otra vez, lo más probable es que lo hallan enterrado, quemado o dejado por hay. Había cometido muchas faltas hacía su secta, no le sorprendería que sea así.

Estaba tan inmerso pensado que no se dió cuenta cuando un discípulo de su secta se acercó a su escondite, fue en el momento que vio un par de ojos grises que retrocedió causando que todos mirarán a su dirección.

—Tu mald*to loco!! No creí que te atreverías a llegar tan lejos!!– grito la señora Mo acercándose con intensión de querer matarlo.

—Señora Mo dudo que el halla-..

—Silencio!!-dijo callando a uno de los dos líderes del grupo que por seguir las reglas de su secta no respondió.

Pero Lan Wangji si.

—No debería hablarles así, después de que vinieron de tan lejos solo para ayudarlos sin pedir nada a cambio- era la primera vez que hablaba tanto, casi se sentía asfixiado -no está de más decir que su muestra de bienvenida no fue la mejor, señora Mo.

Los discípulos solo se quedaron mirándolo con asombro, incomodando un poco a Lan Wangji retrocedió un poco ante sus miradas.

—Joven Mo, le importaría acompañarnos? –hablo el joven acargo de la misión –mi nombre es Lan Sizhui de cortesía, estar afuera podría ser peligroso hay que volver - la última frase fue dirigida a toda los presentes quienes lo siguieron sin excepciones.

Lan Wangji también fue con ellos apesar de la mirada filosa de la señora Mo. Pero no tenía de otra, hasta que no cumpla su parte del trato obligatorio que le impusieron no podría irse.

Quién diría que sucedería tan rápido.

En la residencia Mo (「'・ω・)「

Los que parecían ser los más hábiles del grupo estaban peleando contra el sirviente que los había ido a buscar al pueblo dónde reunían información de los casos que hallan ocurrido en Villa Mo, guiarlos a un cadáver fue lo último que hizo antes de convertirse en uno.

Un alto precio por la paz (xianwang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora