Prólogo

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–¡Que lindo te ruborizas!
–¿Por que me haces esto? Mejor salte de mi vida de una buena vez– pronunció sin levantar la mirada del suelo, casi para si, con la cara roja de la pena y las mejillas en fuego vivo... Él detestaba ser tímido– ¿No entiendes que me haces daño? ¿Que esto que estás haciendo no está para nada bien?...
–Solo dime algo... ¿Te gusta?– la mirada felina se levantó, mirando directamente a los otros ojos con expresión de susto. La boca iba a pronunciar algo... Pero no lo hizo, fue interrumpida por un beso... El primer, beso... Su primer beso...

Ojos FelinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora