De sus ojos goteaban lágrimas incontenibles. Lágrimas que se deshacían en pequeñas gotas sobre los inmaculados azulejos blanquecinos de aquel desolado pasillo.
No supo si el lugar estaba realmente en silencio o era él, que inmerso en completa tristeza, percibía solamente sus sollozos.
Soy yo, se dijo. El restaurante siempre era ruidoso, incluso antes del cierre y con pocas personas rondando la zona.
No necesitó mirar hacia delante para dar con la abertura que buscaba, conocía de memoria cada rincón del lugar. Cruzó la entrada a los vestuarios y se dejó caer en el primer banquillo a la izquierda, con su taquilla haciendo de respaldo.
—Te lo ha dicho, finalmente.
Levantó el rostro y se enfrentó con la triste sonrisa de Niall, su mejor amigo y chef del restaurante en cuyos vestuarios se hallaba llorando.
—¿Te echó a ti también? —Niall asintió—. Oh Dios, Ni, lo siento tanto. Esto es mi culpa.
—No lo es, Lou. Recorte de personal, ¿recuerdas?
—¿Un recorte que incluye únicamente a tu novio y su mejor amigo? Eres el mejor chef aquí dentro, debes hacer algo. Busca un abogado.
—Él ganará de alguna forma. No vale la pena. De todas maneras, qué te hace pensar que deseo seguir trabajando para él.
—Lo siento —refregó su nariz al sentir una nueva ola de espasmos inundando su cuerpo.
—Deja de culparte —tranquilizó Niall mientras se inclinaba a abrazarlo.
—¿Qué haremos ahora, Ni?... Es decir —sus palabras sonaron entrecortadas—, necesitamos el dinero. ¿Cómo se supone que llame a casa e informe que mi novio acaba de dejarme en la calle? ¿Qué harás tú?
—Todo estará bien, Lou, encontraremos algo.
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Hola, umm, me siento muy mal haciendo esto. Aquí va el motivo.
Publicar esta historia, una vez más, es la prueba que me hago a mí misma para saber si continuar con la cuenta o no. Soy el tipo de persona que cuando algo se le mete en la cabeza, no hay forma de sacárselo. Y que cuando tiene miedo de algo, huye en lugar de enfrentar el problema. Es más fácil escapar, "por las dudas", que hacerle frente a eso.
Las veces que intenté publicar esta historia, (o cualquier otra. Pero esta en particular), son incontables. Por un motivo u otro, acababa borrándola al poco tiempo de publicarla.
Actualmente esos motivos siguen rondando mi mente, y cada vez que quiero publicar no lo hago. Quiero y no quiero hacerlo. Sé, entonces, que si no me animo a hacerlo ahora, no lo volveré a hacer. Si puedo seguir publicándola, entonces lo habré superado. Pero si me agarran ataques de querer borrarla, y respondo a ello, dejaré la cuenta en desuso porque es al pedo abrir sesión todos los días para estar dudando sobre qué hacer y luego borrar todo aquello que publique. Me siento demasiado patética y no tengo ganas de enrollarme en el ciclo sin fin de contradicciones y sustos que es mi cabeza.
NO escribo smut explícito.
La portada tan bonita es un regalo de temptressn , que además de editar precioso, también escribe precioso, pasen por su perfil a leer algo. Gracias bebé ❤️
