── Zachy ¡Mira! ¡Slughorn me felicitó por mi gran trabajo en pociones! ── Aquilae era realmente buena en todas las clases, así que eso a su hermano honestamente no le importaba ── ¿Zachy?
── ¿Qué? Ah, felicidades Quila, me alegro mucho por ti ── dijo cuando se percató de lo que decía su hermana. Él solo estaba mirando a la nada, como si hubiese un vacío sublime en donde perder el tiempo al admirarlo.
── ¿Te gustaría ir a una pequeña reunión conmigo y Thomas? Vendrán algunos de sus amigos de Slytherin y otras casas, no necesariamente solo serpientes ── sugirió la muchacha con una sonrisa bastante amplia. El castaño soltó una risa sin gracia y sin expresión en su rostro.
── ¿Y a ti qué te hace pensar que quiero ir a una fiesta con los amigos de Potter? Todos son de Slytherin, nunca ha salido un mago bueno de esa casa.
── ¡Dios! ¿Cómo es que te dejas llevar por los prejuicios? Además, si ha salido un mago bueno ¡Merlín! ── a la chica no le gustaba juzgar a las personas por el color de su corbata, lástima que ese pensar en su hermano era distinto, él sí que lo hacía y eso le estaba costando muy caro.
── Ah, claro, porque el mago más poderoso de todos los tiempos en la época medieval no quiso llevar a los magos más jóvenes al lado oscuro ¿Acaso has leído su historia? Es una de las primeras páginas de los libros escritos por Dione Demsley, que hubiese ayudado al Rey Arturo no significa nada.
── Cállate ── chilló Aquilae ──. No puedes hablar de ella y lo sabes.
No era un secreto eso, hablar de la fundadora perdida era tabú desde su misteriosa desaparición y el hecho que haya escrito tres libros antes de aquel trágico suceso no era razón para hablar de ella pues, también dichos ejemplares ── copiados y distribuidos por todo el mundo mágico ── estaban completamente prohibidos y los cargos por poseerlos o venderlos eran severos.
── Me da igual, ella merecía libertad y las futuras generaciones deben de saber que no fue un monstruo y ni una persona vil como muchos la pintan. Era la mejor persona que llegó a pisar este misero mundo y no supieron valorarla, no me sorprende si se llega a saber que la asesinaron por algo tan simple como la libertad.
Es que, para Zachary Snyde, la fundadora perdida era su más grande ejemplo a seguir a pesar de que él no aspiraba del todo a la libertad, pero sí a que los muggles dejasen de temerle a los magos y a las brujas. Las quemas en la hoguera ya eran estresantes y aún más cuando usaban magia para no morir y deleitarse con las brasas, fingiendo su propia extinción.
── ¡Aquilae, vamos! ── una chica de la misma edad que Thomas Potter apareció. Sus cabellos anaranjados con rodetes y trenzas la hacían ver muy infantil, él la conocía y la despreciaba muchísimo solo por ser una Slytherin y llevar ese apellido purista. Annie Lestrange ──, él también viene ¿cierto?
── Oh, no, Zachy no puede ir... o bueno, realmente no quiere hacerlo ── dijo rápidamente antes de que su hermano abriera su boca e iniciará una pequeña discusión con Annie porque Aquilae sabía que él era capaz de replicar y soltar blasfemias sin razón sólo para ver al mundo arder y por supuesto, también hacerlo junto a él. Porque para Zachary la paz jamás había sido una opción.
── ¡Oh! Bueno ── Annie no era tan mala persona, o al menos no demostraba serlo, pero sí, no era una blanca paloma.
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── Recuérdame por qué estoy aquí.
── Porque te arrastré desde tu cama y luego te quedaste por la comida ── le respondió su hermana con una sonrisa socarrona ── ¡Mira, él es Tom Riddle!
── ¿Y eso a mí qué? No me importa en lo absoluto.
── Él es muy guapo, aunque se rumorea que es una persona déspota y vil, y que le gustan los chicos.
── Es su vida, no la mía. Y si quieres que yo ya no me guíe por los prejuicios, tú deberás dejar de llevarte por los rumores, Aquilae ── contraatacó a lo de la conversación anterior con la chica. No le interesaba la vida de alguien tan deplorable como Tom Riddle, ¿de qué le servía conocer su vida?
── Okey, lo intentaré, pero ¡Si le hablas a Tom!
── ¿Por qué haría eso? Ni siquiera lo conozco Aquilae ── la rubia sonrió. Esa sonrisa que Zachary odiaba tanto ya que, era indicio de que tenía un plan y normalmente no uno con resultados positivos. Todas las ideas de su hermana eran un fiasco.
La muchacha aclaró su garganta y gritó con su voz chillona.
── ¡Tom! ¡Tom Riddle! ── el muchacho paró en seco de hablar con Arquimedes Mulciber y se volteó hacía su dirección. Sus ojos se posaron en ambos hermanos, inexpresivos, tan faltos de vida.── Basta Aquilae ── masculló el castaño entre dientes. Nunca antes había hablado con Riddle y no pensaba hacerlo en ese preciso instante, pero para desgracia o dicha, Tom ya estaba a casi dos metros de ambos hermanos.
── ¡Hola Tom! ── saludó Aquilae sin recibir una respuesta borrando su sonrisa de inmediato. Algo olía mal y no era precisamente Zachary.
── ¿Para qué me llamaste Snyde? ── cuestionó sin cambiar su semblante carente de emociones. La chica ya tenía una respuesta en mente.
Cogió aire hasta inflar sus mofletes y luego lo expulsó.
── Zachary quería conocerte, le llamaste la atención.── ¿Qué? ¡Aquilae! ── balbuceó avergonzado, Tom soltó una risita inconscientemente ── Yo jamás... ¡En serio! ¡Jamás dije algo como eso!
── ¿Te llamas Zachary? Lindo nombre, aunque Zachy es más adorable ── Tom tenía una sonrisa en su rostro, la cual se ensanchó al ver las mejillas sonrojadas del chico y no precisamente por vergüenza, sino más bien por molestia. Detestaba ser llamado así ──. Bueno, me gusta más ese apodo.
── A mí no ── replicó el Hufflepuff hostil ──. No sé qué le encuentran de adorable, es como un insulto.
Riddle rodó los ojos. Era realmente un chico sumamente amargado que, realmente no sabía por qué había quedado en Hufflepuff siendo tan opuesto a los estereotipos de esa casa, pero es que la verdad era que Tom se equivocaba. Zachary Snyde era trabajador y se esforzaba para cumplir las expectativas de su familia con las calificaciones y se forzaba constantemente a quedarse despierto todas las noches para ayudar a los niños de primer y segundo año cuando no podían conciliar el sueño. Era un chico noble, amargado, sí, pero lleno de bondad y un ápice de desprecio hacía ciertas personas y claro, su terrible dependencia emocional que había iniciado con la poca autoestima que tenía porque claro, sus padres lo querían pero no lo suficiente como para prestarle la misma atención que a Aquilae y de ahí le seguían algunos signos de ansiedad que había mostrado durante un tiempo y que quizás aún intentaba ocultar para no ser el centro de miradas, porque él no quería atención, nunca la había tenido antes y realmente no la necesitaba en ese momento. Y el repentino interés que Tom parecía tener le resultaba incómodo, molesto y sobreactuado; no creía ninguna de sus palabras porque podría tener azúcar en los labios y veneno en el corazón.
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HEROINE, tom riddle
Fanfictioneres como una droga para mí y me asusta porque sé que no te quedarás.