Era inútil evitar a toda costa a Tom Riddle porque compartían la mayoría de clases, además de que estaba en todos lados. Esquina a la que Zachary volteaba, estaba él, como una sombra detrás suya, o como una serpiente al asecho de su presa, y Zachary lo sería si no fuera que él no era precisamente lo que se considerase como una.
¿Cómo es que era tan fácil para las demás personas ignorar a otras? Sobre todo, en Hogwarts. Un ejemplo de eso era Thomas Potter, quien era demasiado bueno en serle indiferente a su hermana, Aquilae, teniéndola incluso frente a él, pero de alguna u otra forma lograba pasar de ella como si no estuviera allí, como si Aquilae Snyde no existiera. Zachary no podía hacer eso porque la presencia de las personas era demasiado fuerte para él, sobre todo cuando se trataba de una persona como Riddle, quien tenía una especie de campo magnético a su alrededor que lo hacía ser más atrayente.
Hogwarts era un lugar demasiado grande en el cual perderse incluso llevando cinco años allí, pero, aunque recorriera todos los pasillos, Zachary seguía topándose con la persona a la que estaba intentando evitar, lo cual era un poco raro, ya que Tom ni siquiera se volteaba a verlo a él. Zachy no era tan importante después de todo, las teorías alocadas de Annie no eran verdad y estaba agradecido con Merlín por ello.
── Has corrido todo el día, lo peor es que ahora nos toca clases juntos, así que no podrás evitarlo y hacer como que no está allí ── Epistoles era bueno en muchas cosas, arruinar los momentos de paz de Zachary era una de ellas.
¿No podía cerrar su boca, aunque fuese por un instante? No era necesario estar hablando sobre cosas que para Snyde ya eran obvias. Sabía que en pocos minutos el salón de Slughorn se llenaría, que los alumnos de Hufflepuff y Slytherin respirarían el mismo aire y que tendría a Tom Riddle más cerca de lo que a él le gustaría. Prefería mantener una distancia considerable, de Escocia a Estados Unidos, solo por dar un ejemplo. Pero no, más bien estarían a un intervalo de próximamente unos dos metros.
── Cállate Epistoles, lo estás haciendo sentir más miserable de lo que ya es ── regañó Annie, aunque no sabía si estaba de su lado o del de su hermano. Lo único cierto era que, la pelirroja estaba de su propio extremo del hilo. Ni al de Zachary, ni al del medio que vendría siendo el rubio.
── Gracias por ayudar ── ironizó Snyde ──. Ojalá me coma una acromántula.
── A veces olvido que tienes aracnofobia ── murmuró Annie ──, yo tengo un criadero de arañas en casa, una vez se me escaparon. El pobre Epistoles tenía una diminuta invasión en su alcoba.
── ¿Diminuta? ¡Querían comerme! ── y no era broma.
── Recuérdenme jamás ir a su casa en vacaciones. Es mejor morir por culpa de Riddle a hacerlo por un paro cardiaco al ver a tus arácnidos.
── Pues, creo que te vas a morir luego, por lo que me harías un favor al decir tus últimas palabras y por cierto, ¿cuáles son tus flores favoritas?
── Los odio y, desde luego, los tulipanes ── el muchacho sonrió, pero este gesto no duró mucho ── ¿Acaba de entrar cierto?
── Sí.
No, la verdad es que Zachary prefería ser devorado por una acromántula gigante en lugar de tener que soportar a un narcisista con problemas. Maldecía a Aquilae por hacer que Riddle se fijara en él en todos los sentidos posibles, lo peor es que era ella quien venía junto a un irritado Thomas Potter y un aburrido Tom.
── Ah, el lugar junto a tu hermano está libre ── comentó Potter, queriendo que la rubia lo dejara en paz y se fuera junto a Zachary.
── Perfecto para mí ── dijo Riddle, sonriendo de forma maliciosa.
Ojalá la tierra se tragase a Zachary Snyde y a Thomas Potter antes de tener que compartir sitio con dos personas insoportables.
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HEROINE, tom riddle
Fanfictioneres como una droga para mí y me asusta porque sé que no te quedarás.