La opresión en el pecho no desapareció con las horas, ni con los días, ni las semanas. Tampoco ayudaba el que su hermana hubiera empezado a hacer como si Zachary no existiera. Él ya tenía suficiente con ser invisible para sus propios padres, pero no podría soportar serlo para Aquilae cuando al final del día, ella era lo único que tenía.
── Supimos que tu hermana está enojada contigo, y pensamos que a ti no te importaba si Aquilae se molesta o no por las cosas negativas que dices o haces, pero parece que el más afectado en todo esto eres tú ── no sabía si Annie y Epistoles estaban ahí para animarlo o para cagarla todavía más.
Zachary tenía la apariencia de alguien que no estaba seguro de querer lanzarse de un puente, pero que tenía muy clarísimo que no quería seguir viviendo. Y quizás nunca quiso hacerlo, pero lo habían traído al mundo a la fuerza, a veces sospechaba que había sido el hijo indeseado porque sus padres jamás le habían demostrado ni un ápice de amor. Nunca se sentían orgullosos de él y al final, todo lo que lograba era su obligación y ya.
── No me afecta, me da lo mismo si Aquilae está enojada. Solo es una niña mimada a la cual le encanta hacer berrinches, eso es todo.
── Sabes que eso no es verdad ── le recriminó Annie, sin poder creer que Zachary no fuera capaz de aceptar lo evidente.
Porque era cierto que le dolía ver cómo era dejado de lado por su propia hermana, pero se lo había buscado él solito. Era su culpa por ser tan poco sensible, por no ponerse en el lugar de las demás personas. Estaba sufriendo las consecuencias de su poco amor y su incapacidad de ponerse en los zapatos de su hermana. ¿Qué importaba si estaba sufriendo por amor? Aquilae podría estar llorando por el mismísimo demonio y aún así Zachary debería consolarla y considerar sus sentimientos, aunque fuesen patéticos para él.
── ¿Y tú qué sabes? No estabas ahí, no conoces los hechos.
── En realidad no es necesario saber mucho para llegar a la conclusión de que otra vez, es tu culpa. Siempre eres tú quien arruina las cosas, Zachary. Esta no es la primera vez y dudo mucho que sea la última si no cambias tu actitud ante las personas. Nadie te va a querer si sigues siendo un desgraciado insensible y egoísta que solo piensa en su bienestar, ni siquiera Riddle es tan mala persona.
Oh, era el diablo para ellos entonces.
── No dependo de que alguien me ame o me quiera, siempre he estado por mi cuenta, así que no me interesa si están o no. Aquilae jamás ha sido indispensable en mi vida, es más, sería mejor si desapareciera de ella ── pero no lo decía en serio, él en verdad tenía un poco de amor por ella, porque pese a no quererlo y su existencia fuese miserable por su causa, Aquilae era una Snyde.
Era su hermana menor, y la amaba muy en el fondo de su corazón. Aunque la cantidad era mínima, era algo y la realidad era que no estaba soportando su indiferencia.
── ¿Así que no sientes nada? ¿No te arrepientes de hacerle daño con tus palabras? Podrías mostrar un poco de culpa, no lo sé. Tú eres el responsable de que Aquilae no quiera saber nada de ti y eso que cuando vuelvan a su casa, tendrán que verse las caras por mucho más tiempo ── Epistoles suspiró, un poco cansado de intentar ser la voz de la razón junto a Annie ──. Eso quiere decir que la cagaste y mucho.
── No es mi culpa que sea tan patética por llorar por Potter.
── ¡Zachary! ¿Qué no tienes corazón? ¿Acaso nunca has estado enamorado de alguien a tal punto de que entregarías tu corazón en bandeja por esa persona?
Zachary puso los ojos en blanco, asqueado por esa estupidez. El amor no era dar sin esperar nada a cambio, al menos, no para él.
── No, nunca he amado a nadie y espero seguir así hasta mi muerte. No busco depender de nadie, ni siquiera voy a estar desgastándome por una persona, eso sería caer bajo.
── Riddle cayó bajo solo por ti. No sé cómo pasó, pero lo único que ha hecho estos días es hablar de ti y de lo genial que eres, cuando la verdad dista mucho de eso. Eres una mierda, no un chico increíble que hace que las personas lo quieran.
── Qué adorable, me llena tanto ser tu mejor amigo ── bromeó Zachary, con una sonrisa falsa ──. Ahórrate tus sermones moralistas, porque no pienso disculparme por las cosas que dije o hice, no siento ni un poco de arrepentimiento por ello.
Pero la culpa lo estaba matando por dentro, sin embargo, su maldito orgullo tiraba de los hilos y era muchísimo más fuerte. Habló por hablar, porque la ira lo terminó cegando también, pero lo que había dicho no se acercaba en nada a lo que en verdad sentía, pero las palabras hirientes nunca son arrastradas por el viento como lo son las promesas. Ya lo dicho, dicho estaba y no podría deshacerlo ni con diez mil hechizos.
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HEROINE, tom riddle
Fanfictioneres como una droga para mí y me asusta porque sé que no te quedarás.