Una hija de Afrodita peligrosa y un posible ataque a un hijo de Ares

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Ruby sabía que algo iría mal ese día....pero no se imaginaba que ese nivel de "mal".

Primero que todo no había dormido nada bien. Había tenido pesadillas, o recuerdos, de todas las veces que se había peleado con Rick; una vez a los...siete años? Otra a los diecisiete, otra a los veinticinco, otra a los cien, otra a los...bueno, ustedes entienden la idea. El punto es que eso era lo único que le había rondado en la cabeza hasta que se despertó a las cinco de la mañana, sudando frío; para colmo, se había acordado de su estadía en el Caos y el Tártaro, y eso nunca le dejaba una buena reacción. Pasó bastante rato mirando el techo antes de volver a quedarse dormida, más o menos a las siete de la mañana.

Cuando volvió a despertarse, eran las nueve de la mañana, el sol estaba en lo alto y la cama de su hermano estaba totalmente vacía.

"Maldición" musitó para sí, mientras se vestía a la velocidad de la luz para ir a desayunar, aunque no tuviera mucha hambre.

Segunda cosa mala del día: se había perdido el desayuno. Vale, con lo que venía después, pues no era tan grave, pero igual era malo.

Tercera cosa mala del día: Kathleen había engatusado de nuevo a Rick durante toda la hora del desayuno. Esa era una de las peores cosas.

Al Ruby llegar al comedor, ya todos los campistas estaban saliendo para hacer sus actividades rutinarias, y Kathleen iba agarrada de la mano con Rick, muy acaramelados los dos. Percy iba un poco más atrás junto con Leo, Jason, Piper y Annabeth y Nico y Will, los cuales también iban cogidos de las manos.

Ruby se acercó a zancadas hacia la parejita.

No sabía si eso había sido peor o mejor.

Se paró con brusquedad frente a ellos.

-¿Qué demonios está pasando aquí? –exclamó Ruby, poniendo los brazos en jarras y mirando a Rick asesinamente.

Rick la miró inexpresivamente.

-Voy a llevar a Katt a conocer el Campamento, Ruby. –dijo robóticamente Rick. Ruby no sabía si preocuparse o enojarse por el tono monótono de la voz de Rick.

-Rick, por favor, necesito que hablemos. –le rogó al chico, tomándolo del hombro. Pero Rick ni se inmutó.

-Disculpa, Ruby, pero Ricky tiene cosas importantes que hacer...conmigo. –le espetó Kathleen, saliendo en defensa del chico. Ruby tuvo que inspirar muy profundo para no estrangularla.

-Disculpa, Kathleen, pero Ricky es mi novio. –replicó Ruby.

-No por mucho tiempo más. –le dijo la afroamericana, para luego llevarse a Rick por un brazo y perdiéndose entre los campistas que salían del comedor. Logró irse antes de que Ruby pudiera detenerla.

Unas voces le llegaron desde atrás.

-Soy el único que lo piensa o...¿Rick está raro? –dijo Leo, ajustándose bien su cinturón mágico. Ruby estaba totalmente de acuerdo.

-Al menos sé que no estoy loca por pensarlo. –masculló la chica, cruzando los brazos.

Percy le puso una mano en el hombro a Ruby.

-¿Qué pasó, Ruby? ¿Por qué no viniste a desayunar? –le preguntó el chico. A Ruby lo que menos le importaba en ese momento era la comida.

-No tiene importancia. Necesito hablar con Rick. –evadió la chica. Percy trató de tranquilizarla.

-Eh, cálmate. Luego de que le dé el recorrido a Kathleen hablas con él. –sugirió el hijo de Poseidón. –Si quieres ven con nosotros a entrenar.

La Joya Infernum (Percy Jackson Fanfic) Book 2. The Children of PoseidonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora