Encuentros inesperados y dolorosos y un beso de muerte

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Cuando se volteó vio, a un metro de ella, a un chico de un metro ochenta y cinco, cabello rubio oscuro, piel blanca, una sonrisa de dientes inmaculados, complexión musculosa y unos ojos del mismo color del café que Ruby había visto todos los días de su vida, de sol a sol.

Ahora, su corazón pareció detenerse. Le faltaba el aire. Las lágrimas se precipitaban fuera de sus ojos.

Apenas pudo hablar. Necesitó cinco intentos para que su voz volviera a sus cuerdas vocales y pudiera preguntar:

-¿R...Rick? –balbuceó, con la voz ida.

El chico, le sonrió con aquella sonrisa que la había cautivado hacía tantos años.

-Hola, mi Ruby hermosa. –la saludó su novio, Rick Silver.

***

Ruby lo vio. Allí, parado frente a ella, mirándola con aquellos ojos cafés, incluso más relucientes que antes. Su voz, su profunda y gruesa voz. Su sonrisa cautivadora de dientes blancos e inmaculados...

Hacía tres días, había creído que lo había perdido para siempre...pero...allí estaba. Frente a ella. Real. Hermoso.

Su corazón, que segundos antes había amenazado con detenerse, empezó a latir tan violentamente y tan fuerte que hacía que sintiera punzadas de dolor en el pecho. Ruby creyó que su Rick podría oír el palpitar desesperado de su corazón. No podía creerlo...estaba ahí...

Las lágrimas se lanzaron en picado a través de sus mejillas.

-¡Rick! –casi gritó la chica y corrió hacia el chico, el cual le sonreía ampliamente y abría los brazos para recibirla.

Ruby, al llegar frente a él a toda velocidad, esperó chocarse contra su musculoso pecho, y sentir su fuerte barbilla sobre ella, pero esa sensación no llegó. Cuando creyó que ello pasaría, el corazón se le partió en miles de pedacitos al sentir cómo su cuerpo no chocaba contra el del chico, si no que, en cambio, traspasaba el cuerpo de Rick. De inmediato, la figura de Rick se disolvió por un momento en humo dorado, para luego volver a formarse.

Ruby cayó de rodillas al piso, apoyando sus manos en el mismo, con los ojos abiertos de par en par, las lágrimas saliendo sin descanso de sus ojos y una expresión de descorazonamiento increíble en su rostro. Ella...lo único que había deseado esos días...había sido abrazar a Rick...poder sentir de nuevo el calor vivo de su piel...poder sentir sus caricias...poder sentir, aunque fuera, un solo beso de su chico...un beso que la llenara entera...que le diera esas fuerzas que tanto necesitaba...

Pero había olvidado que no podía tocar a los fantasmas...era imposible...

Sintió cómo Rick se arrodillaba a su lado, haciendo ademán de tomarle el mentón, pero atravesándola, siendo incapaz de tocarla o rozar su piel. Ruby volteó hacia él, con los ojos inundados en lágrimas y sollozando. No podía creer que no podría ni siquiera acariciarle la mejilla a su amor, ni darle un pequeño beso...

Esta vez, al sentir cómo Rick intentaba tocarla, sintió algo removerse dentro de su ser, la sensación más desagradable del mundo. El tacto era tan frío, helado como la nieve, como la muerte. Al Rick intentar tocarla, sintió una tristeza y una desesperanza tan grandes, tan horribles que provocaron que quisiera arrancarse el alma en ese mismo instante. Ruby recordaba que Nico le había explicado que el tacto de los fantasmas provocaba eso en uno: despertaba los peores recuerdos de cada persona. Y era cierto. Cuando el chico había intentado tocarla, a su mente se venían sus peores recuerdos, de toda su vida: la muerte de su madre, de su tío, su secuestro, recuerdos de miles de sus desgracias y ahí, como el más doloroso, la muerte de Rick, el cual la miraba en ese momento, descorazonado por no poder consolarla.

La Joya Infernum (Percy Jackson Fanfic) Book 2. The Children of PoseidonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora